El número de muertos por los bombardeos israelíes sobre el sur y el este del Líbano este 25 de septiembre ascendió a 72, y el de heridos, a 392, informó el Ministerio de Salud libanés. La cifra anterior fue de 51 muertos y 223 heridos.
Según un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), más de 90.500 personas en el sur del Líbano se vieron obligadas a abandonar sus hogares por la escalada del conflicto con Israel.
Israel y el Líbano escalaron el conflicto desde el pasado 8 de octubre, cuando la milicia chií Hizbulá comenzó a lanzar misiles y drones hacia las comunidades del norte de Israel como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, que a su vez respondió a cada ataque.
Las Fuerzas de Defensa de Israel sostienen que sus ataques están dirigidos contra Hizbulá.
Las acciones, tanto de Israel como de Hizbulá, han ido incrementando, y se teme que el conflicto pueda convertirse en una guerra abierta, incluso a nivel regional.
Las hostilidades se intensificaron después de que el Ejército israelí atacó a finales de julio pasado un edificio residencial del sur de Beirut para eliminar a Fuad Shukr, un alto cargo de Hizbulá presuntamente implicado en el bombardeo del pueblo druso de Majdal Shams, en los Altos del Golán, ocupados por Israel, que mató a 12 menores y dejó 30 heridos a mediados del mismo mes.
Además, los días 17 y 18 de septiembre, en distintas partes del Líbano se produjeron explosiones de dispositivos electrónicos, incluidos bípers y walkie-talkies, que dejaron más de 37 muertos y casi 3.000 heridos, según los últimos datos oficiales.
Hizbulá y las autoridades libanesas acusan de esas explosiones a Israel, que no ha confirmado ni negado hasta ahora su implicación.
Fuente: Sputnik Mundo