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¿Quién es Luis Fernando Camacho, figura destacada en el golpe de Estado en Bolivia?

Pese a que Camacho no se presentó como candidato en las elecciones presidenciales en Bolivia, actualmente encabeza un golpe de Estado contra el presidente Evo Morales.


Pese a que entre los dirigentes principales de la oposición golpista de Bolivia aparece el candidato presidencial perdedor de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, una de las figuras que ha adquirido preponderancia y visibilización durante el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales es el jefe del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.

Este opositor de 40 años lidera la organización civil más importante de la zona más rica de Bolivia, además de ser parte de una de las dos grandes logias de la zona (Los Caballeros del Oriente) y junto a su familia forma parte del Grupo Empresarial de Inversiones Nacional Vida S.A., compañías vinculadas a los seguros, el gas y los servicios.

Camacho no se presentó como candidato en las elecciones presidenciales de este octubre en Bolivia, sin embargo actualmente encabeza un golpe que tiene como argumento original la denuncia de la oposición de fraude por parte de Morales. 

¿QUIÉN ES?

Abogado de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra y con una maestría en Derecho Financiero y Tributario en la Universidad de Barcelona, los medios locales informaron que Camacho estaría relacionado con los Panama Papers: a través de la creación de tres sociedades (Medis Overseas Corp., Navi International Holding y Positive Real Estates).

Según el informe elaborado por la comisión legislativa que investigó el asunto, Camacho habría operado como intermediario para “coadyuvar a personas y empresas a esconder sus fortunas en entidades offshore, lavar dinero y establecer esquemas de evasión de impuestos”.

En su juventud, Camacho fue vicepresidente de la Organización Juvenil Cruceñista (UJC), definido por el politólogo y exministro de Autonomía en Santa Cruz, Hugo Siles, como un “grupo de choque violento”, que “históricamente han hecho uso de la fuerza”.

Los jóvenes son parte de la organización mayor que ahora preside Camacho (desde febrero de 2019) y que entre 1981 y 1983 lideró su padre: Comité pro Santa Cruz.  

Se trata de una organización que nuclea diferentes entidades vecinales, zonales, empresariales, de trabajadores de una de las zonas más ricas de Bolivia, que produce el 70 por ciento de los alimentos del país y tiene un enorme potencial energético e hidrocarburífero que, tras la nacionalización de Morales en 2016, está en manos del Estado.

Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia, el PBI del Departamento de Santa Cruz representaba en 2016 al 28,9 por ciento de la Economía total del país. 

Desde los inicios de la administración del Movimiento Al Socialismo (MAS), el departamento cuestionó la legitimidad del Gobierno de Morales.

Desde el 21 de agosto el Comité de Santa Cruz, junto a los de otros departamentos, y el Comité de Defensa de la Democracia (Conade) convocaron a un paro indefinido para rechazar la candidatura de Morales.

Pese a que el mandatario boliviano obtuvo el 47, 08 por ciento de los votos (por lo que venció en los comicios tras la primera vuelta), Camacho desconoció el resultado en todo momento, denunció fraude y convocó a un paro indefinido.

PERSECUCIÓN “EN NOMBRE DE DIOS”

Tras estas acciones, se autoproclamó al frente de la “unidad” opositora y lideró una campaña que ha derivado en la persecución contra el presidente Morales y sus allegados políticos.

Todo lo que hace Camacho tiene un fuerte vínculo religioso: menciona a Dios en todas sus apariciones, llevó la Biblia al Palacio de Gobierno e insta a sus seguidores que lleven a la virgen a las movilizaciones.

El 4 de octubre reunió a sus seguidores “a los pies del Cristo Redentor” en Santa Cruz, para luego publicar un video en redes sociales en el que decía que en dicho ‘cabildo’ habían decidido “castigar al tirano con los votos”.

Julio Cordova, sociólogo boliviano especialista en movimientos evangélicos, sostuvo que Camacho “legitima su postura autoritaria con el discurso religioso al estilo de (Jair) Bolsonaro”.

Pero su estilo y propósito se apreciaron especialmente tras citar en público al famoso narcotraficante colombiano, Pablo Escobar y compartir sus métodos.

“Tenemos que hacer (salvando las diferencias) y sacar la agenda como lo hacía Pablo Escobar, pero solo para anotar los nombres de los traicioneros de este pueblo”, afirmó en un cabildo en la zona sur de Santa Cruz. 

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