Así lo informó la entidad crediticia en un comunicado, tras la visita al país de la misión técnica.
Como resultado de esos encuentros el FMI destacó el deterioro de las cuentas públicas y la situación económica a partir de julio del año pasado, cuando hizo la última revisión del programa financiero.
A partir de ese deterioro “el personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible”.
“Específicamente, nuestra visión es que el superávit primario que se necesitaría para reducir la deuda pública y las necesidades de financiamiento bruto a niveles consistentes con un riesgo de refinanciamiento manejable y un crecimiento del producto potencial satisfactorio no es económicamente ni políticamente factible”, aseguraron los técnicos.
Además, consideraron que “se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad”.
Las palabras del Fondo se conocieron 24 horas después de que su directora gerente, Kristalina Georgieva, adelantara que el organismo multilateral “está replanteando las recomendaciones de políticas para mercados emergentes”.
En una nota de opinión publicada en el Financial Times, Georgieva indicó que “nuestro objetivo es proveer una recomendación específica para cada país de un apropiado mix de políticas necesarias para preservar el crecimiento y la estabilidad financiera” en lugar de medidas generales que se aplicaban a todas las naciones, sin importar sus especificidades.
En este marco, Martín Guzmán, se reunirá durante el fin de semana próximo con Georgieva, y también lo hará con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, en el marco de la cumbre del G20 en Arabia Saudita.