Boca cayó 1-0 en una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino. Miguel Borja, de penal, anotó el único gol de la noche.
Se jugó como un Superclásico merece. Con dientes apretados, disputando cada pelota como si fuera la última y con situaciones de gol en las dos áreas. Dentro de ese contexto, Herrera interpretó que hubo penal para el local a poco del final, Borja lo convirtió y luego llegaron la gresca y las expulsiones de Palavecino, Centurión, Gómez, Merentiel, Valentini, Equi Fernández y Almirón.
Con este resultado, Boca finalizará la 15ta jornada de la Liga Profesional con 18 puntos, en la parte intermedia de la tabla de posiciones. Ahora, Jorge Almirón tendrá una semana de trabajo de cara a la vuelta al ruedo, que será el próximo domingo a partir de las 19 horas ante Belgrano en la Bombonera. Hora de mirar para adelante y seguir pensando en dar pelea en todos los frentes.
“Fue una jugada muy dudosa”
Sergio Romero analizó todo lo que dejó el partido disputado este domingo en el barrio de Núñez.
El Xeneize no pudo sumar en una nueva edición del Superclásico. Tras el partido, llegó el análisis del experimentado arquero.
Sobre el momento clave de la tarde, Romero indicó: “La del penal fue una jugada muy dudosa. Le pregunto al árbitro si fue penal, me dijo que fue claro y le dije que tenía el VAR para consultar y en ningún momento lo consultó. Viendo la jugada, no es un penal cobrable, es una jugada normal de un partido donde hay roces y no debería haberlo cobrado nunca”.
Luego, el arquero afirmó: “Lo raro es que el VAR no lo haya llamado de que no era un penal claro, no era una patada que le voló la pierna. En la cara me dijo que había preguntado, pero me deja serias dudas”.
Profundizando sobre el arbitraje, Chiquito sostuvo: “Hubieron faltas a Villa seguidas y en ninguna sacó amarilla. Cuando dejás que a un jugador le peguen tanto y no sacás amarilla por equis motivo… Se hace muy difícil. Después, decirme a mí en la cara que desde el VAR le dijeron que era penal y que no lo haya hecho, es más difícil todavía. En el primer tiempo hizo un buen trabajo, en el segundo se le fue de las manos el juego”.
Por último, Romero manifestó: “Le dije a Palavecino que con el entrenador anterior habían logrado algo, que era que todo el mundo hable muy bien de ellos. Y que un chico, en vez de festejar con sus compañeros el gol, se pone a gritar en la cara de nuestros jugadores, es una falta de respeto terrible”.
