Los avisos pegados en las ciudades y las zonas rurales, así como los avisos difundidos por radioemisoras con ofertas de trabajo en el exterior, son las formas tradicionales de captación.
Cada año, el número de casos de trata de personas en Bolivia aumenta, mientras los tratantes innovan en sus métodos para atraer a niños, niñas y adolescentes con el objetivo principal de explotarlos sexualmente.
Los avisos pegados en las ciudades y las zonas rurales, así como los avisos difundidos por radioemisoras con ofertas de trabajo en el exterior, son las formas tradicionales de captación.
Wara Delgadillo como parte del Observatorio Centro de Orientación y Servicio de la Mujer (Cecasem) expresó que “por muchos años las formas de captación más recurrentes han sido las ofertas de trabajo falsas”.
“Vemos en los postes de luz ‘se busca señorita’ o algunos tipos de ofertas muy tentadoras que ofrecen grandes salarios, esa siempre ha sido una forma muy tradicional de captación en Bolivia y en muchos países”, añadió.
Actualmente, la captación sigue siendo esa, pero la atención ha cambiado a las redes sociales, Delgadillo comunicó que “ante una situación de riesgo un niño en vez de contarle a su papá genera amistad a través de Internet, a través de Facebook, a través de TikTok y actualmente a través de juegos en línea como Free Fire, Fortnite y otros juegos que tienen chat incorporado, entonces lo que hacen los tratantes muchas veces es utilizar esto que es el enamoramiento o alguna forma de conquista romántica”.
Wara reveló que los niños y adolescentes utilizan más computadoras y teléfonos inteligentes que las clases virtuales debido a la pandemia y argumentó que “actualmente todas las unidades educativas utilizan grupos de WhatsApp o grupos de Facebook para pasar la tarea, esto hace que los niños tengan a su disposición algún dispositivo móvil que puede ser un celular o una computadora”.
En Bolivia, la explotación sexual es el principal propósito de la captación de niñas y adolescentes, y cuando las víctimas son exportadas, su principal destino son países vecinos.
Carola Arraya, directora de Lucha contra la Trata y Tráfico de Personas explicó que “en Argentina principalmente es explotación laboral, en Brasil principalmente es explotación laboral, las bolivianas van allá y son explotadas laboralmente, las llevan y las explotan laboralmente, en Perú es más explotación sexual”.
Además de la tecnología, la lucha contra la trata y el tráfico de personas tropieza con la justicia, donde los esfuerzos por sancionar a los delincuentes se diluyen.
“Si no tenemos un número importante de sentencias le estamos dando un mensaje a las organizaciones criminales y a los delincuentes que este delito no se termina de castigar en el país”, sentenció Arraya.
Mientras tanto, aumentan las acusaciones por el delito de trata de personas, que se considera uno de los más lucrativos junto al tráfico de drogas y de armas.
Arraya comentó que en “el 2021 el total en Bolivia era de 589 (casos), el 2022, 724 y el 2023, 947. Hay un incremento en las denuncias, en los procesos que en este momento están por trata de personas”.
La ley integral contra la trata y tráfico de personas en Bolivia tiene una vigencia de más de 12 años y se han condenado a 12 personas. Sin embargo, cada año se llevan a juicio al menos 200 casos.
Fuente: Telesur