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Alberto Nisman: Qué dice la teoría del suicidio y cómo incidió en el documental de Netflix

El periodista de Página 12 y C5N, Raúl Kollmann, siguió de cerca la investigación del atentado a la AMIA, que dejó 86 muertos en 1994, y el trabajo del fiscal que lo investigaba, Alberto Nisman, quien apareció muerto en su casa el 18 de enero de 2015. En diálogo con Sputnik, Kollman reconstruyó sus últimas horas, retratadas por Netflix.


“Desde el punto de vista criminológico para mí está 100% claro que [Nisman] se disparó a sí mismo”, aseguró a Sputnik el periodista argentino Raúl Kollmann acerca de la muerte del fiscal Alberto Nisman, encontrado sin vida en el baño de su departamento en Buenos Aires el 18 de enero de 2015.

Cinco años después de la muerte que jamás fue dilucidada, Kollmann, quien escribe para el diario Página 12, está convencido de que el fiscal que investigaba el atentado contra la sede de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) —el 18 de julio de 1994— se quitó la vida luego de verse acorralado por la situación en la que se encontraba.

Kollmann intentó reconstruir el panorama que vivía Nisman en los días previos a su muerte: “Él hace una denuncia el 14 de enero y esa denuncia es destrozada por los jueces y juristas muy importantes que dijeron que la denuncia no tenía pruebas y que era un desastre”.

La denuncia de Nisman, que acusó a la presidenta argentina Cristina Kirchner y a otros altos funcionarios de traición a la patria, tuvo que enfrentarse con un desmentido del propio secretario general de Interpol, Ronald Noble.

El estadounidense envió un documento al Gobierno argentino para demostrar que el ‘memorándum de entendimiento’ entre Argentina e Irán firmado en 2013 no implicaba eliminar las alertas rojas que pesaban sobre cinco ciudadanos iraníes acusados por el atentado a la AMIA.

El derrumbe de la mentira

Nisman había asegurado en su denuncia que la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011 y 2011-2015) y al canciller Héctor Timerman, eran la cabeza de un plan para asegurar que los iraníes acusados no tuvieran que responder ante la ley por el atentado. Sin embargo, el memorándum nunca entró en vigencia y la propia Interpol ratificó que la potestad de ordenar detenciones siempre quedaba en manos de la Justicia argentina.

“En concreto, él estaba en un derrumbe”, sostuvo Kollmann. La invitación a testimoniar en el Congreso el 19 de enero hecha por legisladores del Pro (fuerza política liderada por el entonces jefe de Gobierno de Buenos Aires Mauricio Macri) no hizo más que sumar una nueva preocupación para el fiscal. “Se iba a tener que enfrentar con el progresismo y el peronismo con todas las pruebas destruidas. Afrontaba un papelón muy importante”, acotó el periodista.

La interna con su ex

La vida personal de Nisman tampoco estaba en su mejor momento. Kollmann recordó que, de acuerdo a los mensajes de Whatsapp encontrados en su teléfono, el fiscal mantuvo una discusión con ex esposa, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, iniciada a raíz de que Nisman interrumpió un viaje a Europa con sus hijas y volvió intempestivamente al país para presentar su denuncia. El periodista recordó que la jueza llegó a escribirle “olvídate de tus hijas”, en medio de la discusión.

Para Kollmann, en aquellos días a Nisman “lo abandonaron todos”. Es que el exespía de la Secretaria de Inteligencia de Estado (SIDE), Antonio ‘Jaime’ Stiuso, dejó de responderle los llamados. Stiuso era el principal colaborador de Nisman en su investigación, convirtiéndose en su fuente principal de pruebas y fuentes para su denuncia.

La denuncia como defensa

La decisión de denunciar a la presidenta en esa fecha, plena feria judicial en Argentina, obedeció a que el fiscal creía que sería removido de la Unidad Fiscal para la Investigación de la Causa AMIA, en la que trabajaba desde 2004. Según Kollmann, aquella denuncia “no fue un acto de audacia sino un acto defensivo”, dado que “habiendo denunciado a la presidenta no lo iban a poder echar”.

Aquel panorama redondeaba lo que el periodista, que seguía atentamente el avance de la causa AMIA para Página 12, califica como “un fin de semana catastrófico” en la vida del fiscal.

Una investigación que cambió “a pedido”

Cinco años después, la causa de la muerte de Nisman continúa estancada, ahora en manos de la Justicia Federal y con el procesamiento del asesor informático del fiscal, Diego Lagomarsino (que le entregó el arma con la que murió) y los cuatro custodios del funcionario. Sin embargo, la Justicia no logró comprobar que ninguno de ellos hubiera participado activamente en el supuesto crimen.

“Como es obvio en cinco años no consiguieron un solo sospechoso de homicidio. No consiguieron una persona que haya entrado al edificio o haya estado cerca del piso 13. Ni lo van a conseguir porque no hay homicidio, entonces no hay homicida”, sintetizó el periodista.

Pericia llave en mano

La línea de investigación actual, a cargo del juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, está basada en una pericia realizada en 2017 por la Gendarmería Nacional (Policía militarizada argentina) que difiere de las pericias forenses iniciales y asegura que al fiscal lo asesinaron al menos dos personas dentro de su baño.

Kollmann señaló que la pericia de Gendarmería fue realizada “a pedido del Gobierno” de Mauricio Macri (2015-2019) con la intención de contradecir los informes anteriores de los médicos forenses y una junta de criminalistas que indicaban que no existían rastros de otras personas dentro del departamento de Nisman.

Lawfare (o guerra judicial)

El cambio que tuvo la investigación tras la asunción de Macri demuestra, según Kollmann, que la causa Nisman “es un ejemplo más de la utilización de la Justicia en la política”.

En ese sentido, comparó lo sucedido en Argentina con las persecuciones judiciales al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2007 y 2007-2011), el expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) o el expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019).

“Es un instrumento que utilizan hoy en día contra lo que ellos llaman gobiernos populistas. En esta causa hicieron esto, sin dudas”, dijo el periodista.

Lo bueno y lo malo del documental de Netflix

El quinto aniversario de la muerte de Nisman trajo consigo el estreno en Netflix del documental Nisman: el fiscal, la presidenta y el espía, del realizador británico Justin Webster, una pieza en la que Kollmann da varias veces su testimonio sobre el avance de la causa AMIA y el papel que jugó Nisman en ella. El periodista lamentó que el documental “no es categórico” en relación a la causa de muerte del fiscal pero “aporta bastantes elementos y trae logros periodísticos muy buenos”, como las declaraciones de Stiuso y el otro “espía” señalado por Nisman, Allan Bogado.

“Creo que cuando Webster vino a verme por primera vez en 2016 creía que a Nisman lo habían asesinado y cuando terminó el documental pensó que la hipótesis más probable es que se suicidó”, apuntó.

Para Kollmann, otro de los aciertos del documental es haber logrado la palabra del representante de la CIA en Argentina, Ross Newland, quien sostuvo que no había pruebas contundentes que vincularan el atentado de la Amia con Irán, y el del agente del FBI James Bernazzani, que corrobora que “la investigación fue un desastre”.

Pesimismo de Kollmann

Un desastre que mantiene a Kollmann pesimista con respecto a que logre esclarecerse el atentado contra la AMIA: “Pasaron 25 años. Es muy, muy difícil pensar hoy en día en que se va a poder encontrar culpables”.

En ese sentido, consideró que solo podría llegar a haber un avance en el caso de que “venga alguien y diga ‘fui yo’ o ‘se hizo de tal manera'”.

Fuente: InfoGEI

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