Destacada Internacional

Evo Morales, el indígena que llegó al poder para revolucionar Bolivia y promete volver

Nació en un contexto humilde, se destacó en la dirigencia sindical representando a los productores de coca y llegó a la Presidencia tres veces consecutivas, pero no pudo finalizar su último mandato. Sin embargo, ha dicho que regresará “con más fuerza y energía”.


Juan Evo Morales Ayma es el primer dirigente indígena en ocupar la Presidencia de Bolivia, y estaba por completar su tercer mandato consecutivo al frente del Ejecutivo, hasta que las Fuerzas Armadas y la Policía pidieron públicamente la renuncia del político el 10 de noviembre. Acto seguido, el entonces mandatario anunció su dimisión tras denunciar en varias oportunidades que se estaba desarrollando “un golpe de Estado” en su contra.

El referente del progresismo latinoamericano, de origen aymara, es oriundo del departamento de Oruro, y trabajó en el agro desde muy pequeño con su familia. A los seis años, migraron juntos hacia el norte argentino, en la provincia de Salta, cuando se cosechaba la caña de azúcar.

Allí, en la comunidad de Galilea Tucumán y Campo Santo, Morales fue por primera vez a la escuela, en abril de 1966: una ley local obligaba a que los hijos de trabajadores acudiesen al colegio. Sin embargo, él no hablaba el idioma español, y eso le dificultaba el aprendizaje. Al año siguiente, regresó a Bolivia. 

VIDA HUMILDE 

Evo, como lo llamaban todos, creció en un contexto social muy humilde. De hecho, en varias oportunidades contó que conoció la ropa interior recién a los 13 años. Asimismo, durante su infancia solía dormir en el piso y no acostumbraba a bañarse, en medio de largas jornadas de extenuantes tareas en el campo.

En su adolescencia tuvo varios trabajos, destacándose como ladrillero, panadero y trompetista. En efecto, como músico llegó a participar de la Banda Real Imperial, situación que le permitió viajar por el país. Cuando estaba cursando el tercer año del secundario, abandonó los estudios para sumarse al servicio militar obligatorio. Y al terminar su labor con las Fuerzas Armadas, regresó al campo con su familia, pero vieron casi toda su producción agrícola arruinada por fenómenos climáticos. Así, se trasladaban a Cochabamba, para empezar una nueva vida.

DIRIGENCIA SINDICAL Y SALTO A LA POLÍTICA

Con el pasar de los años, Evo se desempeñó en el mundo sindical, representando a sus compañeros cultivadores de coca en la región del Chapre durante los 80, a tal punto que quedó a cargo de la Federación Especial del Trópico en 1988, una de las seis organizaciones de productores en el país. Por ese entonces, se opuso abiertamente al Gobierno local, que intentaba erradicar el cultivo de coca en consonancia con las recomendaciones de EE.UU. Además, conoció la prisión en más de una oportunidad tras los conflictos generados por su actividad gremial. 

Evo Morales, líder del mayor sindicato boliviano de cocaleros, se encuentra en una celda el 3 de septiembre de 1994.

Así, el aborigen empezó a sumar reconocimiento y junto a otros compañeros fundó el partido Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), que se unió al Movimiento al Socialismo (MAS) para presentarse a las elecciones en 1997, siendo elegido diputado por el departamento de Cochabamba.

A partir de ahí, todo fue ascenso en su carrera política: en 2002 se postuló para presidente y obtuvo el segundo lugar, y en 2005 ganó los comicios con el 54 % de los votos. De esta forma, el 22 de enero del año siguiente, el primer dirigente descendiente de pueblos originarios llegaba al poder.

TRES GESTIONES CONSECUTIVAS

Luego, el político fue convalidado por la población y sumó dos nuevos mandatos consecutivos, pero no pudo completar el tercero ya que se vio obligado a dimitir en medio de una fuerte tensión social.

En efecto, tras postularse para un cuarto período —situación que despertó grandes polémicas—, Morales ganó las elecciones en primera vuelta, pero la oposición denunció que hubo fraude electoral. En sintonía, la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington (EE.UU.), determinó que hubo irregularidades. Por ello, Evo, que ya había anunciado que la consideración del organismo sería vinculante, anunció que el proceso electoral debería repetirse.

No obstante, tuvo que dejar el cargo, mientras el país estaba atravesado por manifestaciones a favor y en contra de su figura, sumado a grandes disturbios. Además del conflicto social, las Fuerzas Armadas y la Policía le habían solicitado públicamente su dimisión, una situación que fue calificada como un golpe de Estado.

EL DIRIGENTE QUE DISTRIBUYÓ LA RIQUEZA

Para gran parte del progresismo regional, Evo es el dirigente que distribuyó la riqueza boliviana y sacó de la pobreza a miles de ciudadanos durante su Administración. A su vez, es el mandatario que acompañó el ascenso social obtenido por buena parte de la población con una buena administración de las cuentas locales, destacándose el superávit fiscal y el crecimiento interanual de la economía.

En efecto, muchos tildaron de ‘milagro boliviano’ a los buenos resultados de su gestión. Al mismo tiempo, Morales es una de las caras más visibles de los Gobiernos de centroizquierda que lideraron América Latina en la llamada “década ganada”.

Entre sus detractores, Morales fue muy criticado por haberse postulado recientemente a la Presidencia, a pesar de que en 2016 un referéndum que planteaba la posibilidad de una nueva reelección tuvo el rechazo del 51 % de los votantes. No obstante, la Justicia boliviana aprobó su candidatura, aunque ello generó mayores divisiones en la sociedad.

Durante su liderazgo, el referente de las comunidades aborígenes brindó varios reportajes a RT. Entre los más recientes, en medio de la Asamblea General de la ONU del año pasado, expresó: “Soy muy optimista. Tengo mucha esperanza de que los pueblos van a reflexionar y reaccionar para que vuelvan presidentes al servicio de la sociedad, y no del imperio norteamericano”.

“VOLVERÉ CON MÁS FUERZA Y ENERGÍA”

Este lunes, luego de la incertidumbre sobre su paradero, el mandatario depuesto mostró una foto de cómo había sido su primera noche después del golpe de Estado. En la imagen se lo ve en el piso, en un lecho improvisado y con el teléfono entre las manos.

“Así recordé tiempos de dirigente. Muy agradecido con mis hermanos de las federaciones del Trópico de Cochabamba por brindarnos seguridad y cuidado”, escribió el mandatario dimitido en la red social Twitter. Morales llamó a sus compatriotas a “cuidar la paz y no caer en la violencia”, tras denunciar a la Policía y las Fuerzas Armadas por reprimir “al pueblo que defiende la democracia con justicia, paz e igualdad”.

Minutos más tarde, un avión de la Fuerza Aérea de México recogió al mandatario depuesto en la ciudad de Chimoré, en el departamento de Cochabamba, después que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le otorgara el asilo político. La noticia de su partida fue confirmada por el propio Morales.

“Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía”.

Noticias relacionadas

Se cumplen 20 años del día en que Néstor Kirchner hizo descolgar el cuadro de Videla y Bignone

Editora

La Policía de Brasil detiene a un coronel acusado de participar en el intento de golpe de Estado a Lula

Editora

EE.UU. debe resarcir “deuda histórica” con Latinoamérica tras 200 años de intervencionismo, dice excanciller boliviano

Editora

Deja un comentario