En un acto conmemorativo por el Día de la Resistencia Peronista, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó un encuentro en la sede del Partido Justicialista (PJ) y, posteriormente, se dirigió a una multitud autoconvocada que la apoyaba en medio del «asedio judicial». Durante su discurso, la exmandataria lanzó duras críticas contra el Poder Judicial, el gobierno actual y los grupos de poder económico.
La sede del Partido Justicialista fue escenario de un acto cargado de simbolismo y tensión política, en homenaje a las víctimas de los fusilamientos de José León Suárez. Cristina Fernández de Kirchner encabezó la ceremonia en un contexto marcado por el inminente pronunciamiento de la Corte Suprema sobre su condena en la causa Vialidad, que podría habilitar su detención.
«Estar presa es un certificado de dignidad mientras caminen libres los que hicieron los megacanjes, endeudaron al país con el FMI y armaron lo de las autopistas, parques eólicos y el correo», lanzó la exmandataria desde el escenario, acompañada por dirigentes del peronismo y rodeada de cientos de militantes que la ovacionaban.
Durante su intervención, Cristina volvió a denunciar una persecución judicial orquestada por sectores del poder económico y mediático. Calificó a la Corte Suprema como “la guardia pretoriana del poder económico” y apuntó: “Tienen miedo, porque no somos como esa derecha mafiosa que se prófuga por tres años y vuelve después de haber armado mesas judiciales y sindicales”.
Seguramente me han escuchado más de una vez decir que la casualidad no es una categoría política en la historia. Los hechos de hoy no hacen más que confirmar esta idea.
Estamos recordando cuando se asesinó un 9 de junio en los basurales de José León Suárez a militantes,… pic.twitter.com/msApi9CFMo
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) June 10, 2025
También arremetió contra el gobierno de Javier Milei, al que describió como un “cachivache” que “va a fracasar como han fracasado históricamente estos modelos”. Para la ex presidenta, el objetivo de este modelo económico no es resolver los problemas estructurales del país, sino garantizar que el reemplazo del actual gobierno no altere las ganancias de los grupos dominantes: “Quieren dejar tierra arrasada para digitar al próximo gobierno”, advirtió.
En tono desafiante, Fernández de Kirchner reclamó por la falta de acción frente a las decisiones judiciales que benefician a grupos empresariales, y cuestionó directamente al presidente Milei: “Me gustaría verlo, que se hace el machito mexicano con los del Garrahan y los discapacitados, qué hace con la justicia que le aprobó la adquisición de Telefónica al Grupo Clarín”.
El acto sirvió además para reforzar una lectura histórica del peronismo. Cristina vinculó la violencia institucional actual con los episodios más oscuros del siglo XX argentino: “En los 70 eliminaron partidos, sindicatos y desaparecieron a 30 mil compañeros. Hoy nos persiguen con otras armas”, expresó.
En ese marco, recordó el intento de magnicidio que sufrió en septiembre de 2022: “Soy una fusilada que vive. No me va a alcanzar la vida para agradecer estar viva”, dijo con un claro guiño a “Operación Masacre” de Rodolfo Walsh, obra que denunció los fusilamientos de 1956.
Finalmente, la expresidenta dirigió un mensaje hacia dentro del movimiento nacional y popular. Pidió autocrítica, compromiso real y dejar de lado las disputas internas: “Tenemos que interpelarnos como militantes. Lo único que escucho es quién va en qué lugar de la lista. ¡Déjense de joder de una buena vez!”.
El acto cerró con un llamado a la unidad del peronismo frente a lo que Cristina calificó como “una etapa decisiva de la historia argentina”. En la calle, la multitud coreaba su nombre como muestra de respaldo en medio de la presión judicial. Una escena que dejó en claro que, más allá de los procesos en su contra, Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo una figura central del tablero político argentino.
Memoria histórica y llamado a la autocrítica
En el marco del acto, la expresidenta destacó la importancia de «el reconocimiento de nuestra historia, porque nadie puede avanzar si no se sabe de dónde viene». Recordó que el encuentro no fue «sólo una casualidad», sino que se conmemoraban los fusilamientos de José León Suárez y del general Juan José Valle. En referencia a la «grieta» actual, afirmó que no es un fenómeno reciente, sino que «estas cosas pasaban en el país, fusilaban gente».
La expresidenta también hizo alusión al intento de magnicidio que sufrió en 2022 y, con un guiño a la obra «Operación Masacre» de Rodolfo Walsh, expresó: «Soy una fusilada que vive y no me va a alcanzar la vida para agradecerle a Dios estar viva».