El presidente Daniel Noboa respondió con militarización y represión ante el paro nacional por la eliminación del subsidio al diésel. Una persona murió y crecen las denuncias de abusos.
Ecuador entra en una fase crítica de confrontación. El presidente Daniel Noboa, frente al creciente rechazo por la eliminación del subsidio al diésel, optó por la medida más extrema: militarizar territorios con fuerte movilización social.
La protesta indígena, campesina y ciudadana se extiende por múltiples provincias y, aunque varias comunidades reclamaron diálogo, el Ejecutivo respondió con fuerzas armadas ocupando barrios, cortando señales de internet y declarando estados de excepción.
El 28 de septiembre se registró una de las jornadas más violentas: un hombre, Efraín Fueres, de 46 años, fue asesinado por disparos atribuidos a militares mientras huía de la represión. Su muerte provocó conmoción y denuncias por uso ilegítimo de la fuerza.
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Videos difundidos muestran cómo soldados golpearon al manifestante moribundo en el pavimento, en un episodio que despertó fuertes críticas nacionales e internacionales.
Estrategia de represión y control mediático
Noboa calificó las protestas como “terrorismo disfrazado de reclamo social” y habilitó a las Fuerzas Armadas para intervenir directamente contra manifestantes. La acusación alude a supuestos vínculos con crimen organizado y minería ilegal en algunas zonas de bloqueo.
El Ejecutivo también denunció ataques coordinados durante caravanas humanitarias. En Otavalo, dijo Noboa, un convoy que incluía diplomáticos fue emboscado con explosivos y piedras.
Además del fuego cruzado, el gobierno ejerció control sobre comunicaciones: cortó señal móvil e internet en comunidades protestantes, afectando canales locales de organización y difusión.
⭕ #ParoNacional2025 | Multitudinaria movilización se realizó desde la Comuna de San Miguel del Común en #Quito, llegando hasta hasta la Panamericana Norte.
El pueblo organizado se mantiene en resistencia contra el Decreto 126, la represión y por la libertad de los detenidos.… pic.twitter.com/TAxpKyVQvS— CONAIE (@CONAIE_Ecuador) October 2, 2025
Estado de excepción, judicialización y omisiones institucionales
Ante el avance de la protesta, Noboa decretó estado de excepción en siete provincias por “grave conmoción interna”. Esa medida suspende derechos básicos como la libertad de reunión y permite que fuerzas militares actúen como parte del orden público.
Las denuncias también apuntan al rol pasivo o dilatador del sistema judicial. De hecho, organismos de derechos humanos reportan obstáculos en las investigaciones: las Fuerzas Armadas han rehusado entregar información bajo normas de “reserva” o “secreto militar”. Un informe señala que la Fiscalía no preservó pruebas clave ni abrió la investigación bajo la figura de desaparición forzada.
El uso creciente del argumento de “conflicto armado interno” para legitimar la represión institucional preocupa a expertos en derechos humanos, pues abre la puerta a justificaciones legales para expansión militar en tareas de seguridad pública.
Rechazo internacional y crisis política latente
El endurecimiento de Noboa no ha pasado desapercibido. Organismos internacionales, la ONU y redes de derechos humanos han reclamado respeto al derecho de protesta. La relatora de la ONU para la Libertad de Asociación, Gina Romero, declaró que “protestar es un derecho, no puede costar la vida”.
#Morocco #Gambia #Nepal #Peru #Madagascar #Ecuador are joining the brutal repression of protesters. Excessive use of force, including lethal, arbitrary arrests, militarization, and a disproportionate impact on youngsters are creating an increasingly dangerous pressure cooker 1/ pic.twitter.com/zb8awX8kAh
— Gina Romero (@Ginitastar) October 1, 2025
A nivel político, el presidente repite la estrategia de anteriores mandatarios ecuatorianos como Lenín Moreno o Guillermo Lasso: estigmatizar la protesta como acto desestabilizador y descalificar interlocutores indígenas y sociales. Su rechazo a negociar, bajo esa lógica, refuerza la tensión política y la polarización regional.