El informe del Instituto Tecnológico de Massachusetts, publicado por The Washington Post, es muy duro contra la OEA y su denuncia de «irregularidades estadísticas». El Presidente publicó una serie de tuits en su cuenta oficial. Volvió a denunciar que en el país vecino se «violentó el Estado de derecho». Puso en tela de juicio la complicidad del gobierno de Mauricio Macri y cuestionó a la OEA.
El ex presidente boliviano Evo Morales ganó con «alta probabilidad» sin cometer fraude los comicios presidenciales de octubre pasado, tras los cuales fue obligado a abandonar el poder por los militares, según un análisis estadístico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que cuestionó fuertemente a la OEA.
El mandatario se expresó sobre la situación en el país vecino luego del informe publicado esta semana en el que investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) demostraron que no hubo fraude en los comicios de octubre del año pasado en el que Morales fue reelecto con 10 puntos por encima del candidato de la derecha boliviana.
Según un informe publicado por el@@washingtonpost y realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) Evo Morales ganó los comicios electorales del año pasado por más de 10 puntos de diferencia, sin que mediara fraude alguno https://t.co/Am9l9rG2Yr
— Alberto Fernández (@alferdez) February 29, 2020
A través de una serie de tuits publicados en su cuenta oficial, Fernández afirmó que este dato confirma que “en Bolivia se violentó el Estado de Derecho con el accionar de las Fuerzas Armadas y sectores de la oposición” contra Evo Morales.
Además, puntualizó que esto ocurrió con el aval de la Organización de los Estados Americanos (OEA), presidida por Luis Almagro, que realizó una auditoría de las elecciones cuya «inconsistencia» quedó demostrada a la luz del estudio publicado por el instituto académico estadounidense.
La administración de Juntos por el Cambio «guardó un silencio cómplice ante semejante atropello»
El Presidente también puso en tela de juicio la complicidad del gobierno de Mauricio Macri, que no solo avaló la asunción de Jeanine Añez Chávez sino que negó que ese gobierno hubiera ocupado el Palacio del Gobierno boliviano a través de un golpe de Estado. La administración de Juntos por el Cambio «guardó un silencio cómplice ante semejante atropello, desoyendo las voces que entonces se levantaron para preservar la institucionalidad boliviana», dijo el mandatario.
Frente a estos nuevos datos que confirman parte de las denuncias de Evo Morales por el golpe de Estado en su contra, Alberto Fernández no sólo reclamó “la pronta democratización de Bolivia, con la plena participación del pueblo boliviano”, sino que cuestionó la decisión de la Justicia Electoral boliviana de proscribir al expresidente presentarse para un cargo legislativo en los próximos comicios.
