A 20 años del histórico rechazo al ALCA, Óscar Laborde recordó en Radio AM 530 cómo la unidad de los pueblos latinoamericanos logró frenar el proyecto estadounidense y consolidar una agenda soberana e integracionista.
Durante una entrevista en el programa “BONAVITTA 530” de Radio AM 530, difundida a través de su canal de YouTube, el dirigente y analista internacional Óscar Laborde, director del Instituto de Estudios de América Latina (IDEAL), repasó los 20 años del histórico NO al ALCA, ocurrido en la Cumbre de Mar del Plata de 2005.
“El rechazo al ALCA fue una de las victorias más importantes del campo popular latinoamericano y la única derrota diplomática de Estados Unidos en la región”, expresó Laborde, destacando la unidad política y social que permitió frenar el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas, impulsado por el entonces presidente George W. Bush.
Una gesta de soberanía y unidad
Laborde recordó que aquel encuentro en Mar del Plata reunió a líderes clave como Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Luiz Inácio Lula da Silva, además de contar con un fuerte respaldo de los movimientos populares. Esa articulación, afirmó, “marcó el inicio de una etapa de soberanía regional y cooperación entre los pueblos del sur”.
El exembajador argentino en Venezuela subrayó que el “NO al ALCA” fue más que una decisión económica: “Fue un acto político y cultural que dijo basta al tutelaje estadounidense sobre América Latina”. Además, señaló que el proceso posterior dio impulso a organismos como UNASUR, CELAC y ALBA, pilares de un nuevo paradigma de integración latinoamericana con identidad propia.
Entre el pasado y el presente
Consultado sobre la coyuntura actual, Laborde analizó los desafíos de la región en un contexto global dominado por nuevas tensiones. “Hoy seguimos viviendo una disputa entre proyectos populares y conservadores. Los intentos de disciplinar a nuestros países no han cesado”, advirtió.
Según el dirigente, los procesos políticos de cambio en América Latina enfrentan hoy “formas más sofisticadas de intervención, a través del poder financiero, mediático y judicial”. Sin embargo, reafirmó que la memoria del NO al ALCA sigue siendo una brújula para las nuevas generaciones.
“Cada vez que un gobierno o un pueblo se planta frente al poder imperial, está evocando aquel momento de dignidad colectiva”, concluyó.
