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Itaí Hagman: «Grabois interpela a un sector al que nadie le habla»

Itaí Hagman es precandidato a Diputado Nacional por Unión por la Patria en la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente es Diputado Nacional y economista, integra el Frente Patria Grande y anteriormente fue presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires.

Me interesa preguntarte tu mirada acerca de cómo estamos en materia de educación superior. Y sobre qué pasa con ese temor que tienen muchos argentinos de que se modifique algo que es un orgullo nacional

Hay un equívoco con esto, porque siempre se asocia la educación o el discurso a la educación a la derecha. Y si vos repasas la historia argentina todas las posibilidad de acceso salvo, y esto hay que reconocerlo también, en la segunda mitad del siglo 19, cuando con Sarmiento y con la Ley 1720 se creó esta tradición de educación pública, laica y gratuita en Argentina, después todos los derechos de acceso a la educación fueron a partir de gobiernos nacionales y populares. La gratuidad de la educación pública se hizo con Perón. La universidad pública no es igual, pero con el formato como la conocemos, que es la Universidad Autónoma, con ingreso irrestricto, pública, gratuita y laica, es un resultado de la famosa reforma de 1918, pero después fue con el peronismo recién que se hizo gratuita y por lo tanto, la gratuidad obviamente es una condición elemental para que puedan ingresar los sectores populares. Y ni hablar si miramos lo que pasó durante los que Néstor y Cristina.

La educación pública, nosotros tenemos que verla como una bandera que es nuestra, que no le podemos regalar a la derecha, a pesar de que la derecha permanentemente quiere usar la educación y el derecho a la educación como una bandera propia. Lo vimos incluso con la campaña que han hecho y que les dio evidentemente algún rédito electoral, esto de que nosotros queríamos cerrar las escuelas y ellos querían abrirlas, se generó una dicotomía donde parecería que se invierten los valores que defendimos nosotros tradicionalmente. Entonces esto es lo que ellos son en realidad, cuando ellos cuestionan la creación de universidades públicas o universidades nacionales, están mostrando su verdadera faceta.

Vos dijiste que es un orgullo argentino ¿Y por qué es un orgullo argentino la universidad pública? Porque en la gran mayoría de los países que nos rodean no existe. La universidad pública gratuita, como existe en la Argentina, es un derecho que hoy ya no existe en la mayoría de países de nuestra región. De hecho, si bien el número de Patricia Bullrich claramente es desacertado, efectivamente vienen muchos chilenos, colombianos, brasileros a estudiar.

Eso también es algo de lo que nos podemos enorgullecer

Absolutamente. Por supuesto no son el 50%, como dijo Patricia Bullrich, es un porcentaje mucho menor. ¿Pero por qué vienen? Vienen porque en sus países no tiene la posibilidad y no tiene la posibilidad porque tienen modelos, no solamente en muchos casos privados o públicos pero arancelados por la universidad, sino además con un ingreso muy restrictivo. Son universidades de élite. En esos países, solamente perteneciendo a la élite podes acceder a la educación universitaria. ¿Esto significa que entonces la educación funciona bárbaro, que está todo perfecto? No, tenemos un montón de problemas, desde los niveles iniciales hasta la universidad. De ninguna manera la forma de resolver esos problemas es por la vía del cierre, por la vía del descarte.

De ninguna manera el problema de la calidad de la educación argentina tiene que ver con el exceso de instituciones o la apertura a que todo el mundo pueda acceder a una institución educativa. Me parece que el desafío que tenemos es incorporar una agenda que se haga cargo de los problemas que tiene la educación en Argentina. A mí me preocupa, por ejemplo, que en la universidad haya una enorme proporción de estudiantes que ingresan a una carrera universitaria y después no pueden terminar por muchas razones, por déficit propias de las universidades, porque tienen que laburar y la situación económica a veces no te permite estudiar la carrera que vos querés. Me parece que tenemos que trabajar en eso. Y ni hablar de lo que pasa en los niveles más bajos. La solución, te diría, es más bien la contraria a la que propone la actual oposición. Hay que invertir más en educación, hay que poner más recursos ahí, hay que crear más universidades, hay que crear más instituciones educativas y no menos. Me parece que la visión que tienen ellos es una visión de excelencia, de élite. ¿No? Vos podés tener instituciones para muy poquitos, en donde dentro de sus instituciones a lo mejor tenés muy buenos números pero siempre estamos hablando de un número reducido de personas, una cantidad pequeña, la que pueda acceder. Nosotros queremos combinar la masividad, que todo el mundo tenga derecho a la educación en la Argentina y a su vez, sin resignar por eso de la calidad, de la excelencia y de la eficiencia.

Vos sos economista, y en estas elecciones hay muchos candidatos que también son economistas. ¿Cómo ves la situación económica actual? ¿Qué opinas de las medidas que se tomaron este domingo por parte del Ministro de Economía? ¿Considerás que vamos rumbo a un posible alivio?

Mirá, estamos en una situación complicada. Hay que reconocer dos cuestiones obvias. La primera es la situación en la cual asumió el actual gobierno, por lo que había dejado Macri, la deuda con el Fondo y demás. Y después que la política económica, en general de lo que fue el gobierno de Frente de Todos, no cumplió con las expectativas ni con los compromisos que nosotros habíamos asumido con la gente que nos votó en 2019. No podemos disfrazar la realidad. La gente nos votó para que aumenten los salarios, para que mejore el poder adquisitivo que habían perdido con Macri en el 2018 y en el 2019 sobre todo. No logramos eso. 

¿Dirías que Alberto no pudo o no quiso lograr esto?

No sé cual es la psicología de Alberto. Lo que claramente ocurrió es que la orientación económica que se tomó no sirvió, que fue una orientación económica basada en administrar la economía sin tomar ninguna medida que asuste a nadie y con una mala orientación en respecto al tema de la deuda externa y sobre todo del acuerdo con el Fondo Monetario. Cuando se discutió hace un año y medio el acuerdo con el Fondo y el debate, que fue un debate que se dio en el seno de nuestra coalición, que de hecho fue probablemente el punto de quiebre del Frente de Todos, era si el acuerdo iba a ayudar a estabilizar la economía e ir resolviendo gradualmente los problemas y bajando la inflación, que iba a llegar a tranquilizar las variables macroeconómicas o si eso no iba a ocurrir. Bueno, creo que está saldado el debate. Desde que se hizo el acuerdo en el fondo en marzo del año pasado la economía está más intranquila. A partir del nuevo acuerdo con el Fondo subió la inflación, tenemos más problemas con las divisas. Por eso la crítica que Cristina hizo sistemáticamente sobre ese tema y al acuerdo mismo cuando ella les mostraba porque el acuerdo era inflacionario, porque el acuerdo no servía para tranquilizar la economía. Bueno, finalmente se demostró cierta. Hoy estamos pagando las consecuencias de eso. Obviamente, resolver estrictamente esos problemas no lo va a hacer un ministro de Economía en los últimos seis meses de este gobierno, sería mentirnos entre nosotros, lo va a tener que resolver un nuevo gobierno. Ahora, lo que hagas en estos meses sí es importante.

Creo que Massa tenía una oportunidad mayor cuando asumió como ministro de Economía en septiembre del año pasado, porque todavía quedaba un año y pico de gobierno, no estábamos en el terreno estrictamente electoral y ahí había condiciones para hacer un plan de estabilización y tratar mejor la situación. Hoy lo que se hace es administrar la situación para que no explote, hoy Massa está tratando que no explote y llegar a diciembre sin que haya un episodio demasiado disruptivo en la economía, que genere que la cosa se vaya fuera de control. Por ejemplo, si vos aplicas hoy en la Argentina, con la inflación como la que estamos, una devaluación como la que dicen que pide el Fondo Monetario, de 20 o 30%, se te puede ir de las manos la situación severamente. Las medidas que se toman en esa administración son medidas de concesión, por ejemplo, las últimas medidas, para evitar una devaluación del tipo de cambio oficial, que efectivamente sería lo peor y me parece correcto que se evite, lo que se hace es a través de distintos impuestos encarecer el tipo de cambio para algunos productos de importación y etcetera. Entonces es como un punto medio, una concesión a medias. No hacemos lo que nos pide el fondo del todo, pero hacemos un poquito lo que nos pide el fondo, le mostramos al fondo “Mirá, estoy haciendo un poquito lo que vos me pedís, entonces girame los desembolsos”. Y la verdad es que esa política ni va a resolver el problema ni va a generar alivio a la sociedad. En septiembre vamos a conocer los datos de pobreza del primer semestre de este año y no tengo dudas que van a dar al alza. Es triste, pero es la realidad. Vamos a terminar nuestro gobierno con una economía más grande de la que nos dejó Macri, con más pobreza. Y eso en un gobierno popular, para mí es inconcebible. Y eso tiene que ver con la limitación de la política económica que se tomó hasta ahora, insisto, dudo que se modifique en los últimos seis meses de gobierno. Me parece que el debate que estamos dando las paso tiene que ver con “qué orientación de política queremos que lleve adelante un nuevo gobierno”, en este caso Unión por la Patria. Yo estoy convencido que se pueden ganar las elecciones. No creo que sea fácil, pero creo que se puede ganar.

Ahora, si ganamos, que no sea para seguir en lo que hemos hecho en estos cuatro años. Por favor, que no sea para seguir en este camino. Argentina tiene un nivel de desempleo muy bajo, con salarios que en el caso del sector formal, en el mejor de los casos se mantienen en términos de su poder adquisitivo respecto a lo que fue la caída de Macri, y en el sector informal siguieron bajando, hoy están peor los trabajadores informales en términos de poder adquisitivo, de lo que estaba en el 2019. Si ganamos las elecciones, que no sea para seguir por este camino, de tratar de discutir con el fondo, dentro de las propias reglas de fondo, que la verdad que hay que mirar la historia Argentina. No van a tener resultados buenos para la Argentina, no van a poder resolver el problema de la deuda y lo único que van a generar es más decepción, desencanto con los propios que nos votaron, y que después venga la derecha a hacer la política de ajuste y de reforma estructural que quieren hacer y que pide el FMI. Esa es la batalla en la que estamos.

Es de público saber que vos sos más cercano a Juan Grabois. ¿Pero crees que se podría lograr este cambio de rumbo si Sergio Massa fuera el candidato a presidente?

Yo trabajo para que Juan este sea el año de presidente de Unión por la Patria. Por eso estamos en las PASO. Pero sabemos perfectamente que no somos los favoritos de la elección. De hecho, Juan está haciendo una patriada contra todos los recursos, el aparato y todo enfrente que simplemente tiene mucho más poder. Ahora, también pienso que si Sergio Massa termina siendo el candidato a presidente de Union por la Patria y eventualmente presidente porque logramos ganar las elecciones en octubre o en el balotaje en noviembre, cuanto más votos saque Juan Grabois en las PASO, más condicionado va a estar Massa por nuestra coalición, más peso va a tener esta agenda que yo planteaba en ese gobierno.

¿Cuál es la utilidad de votarlo a Grabois? Bueno, la utilidad es ésta. Es decir, yo quiero que esta agenda, que es la agenda que viene pensando Cristina. ¿Cómo te imaginás la negociación con el Fondo Monetario Internacional? Bueno, no es lo mismo si Grabois saca el 2% de los votos, que si saca el 10% de los votos. Eso va a darle determinada fuerza a los planteos dentro de la coalición, y también otros temas que vamos a ver, como el litio y cómo vamos a gestionar los recursos naturales ¿Vamos a asumir un modelo como el de YPF, donde hay una empresa pública o con mayoría pública que gestiona el recurso y lidera el sector, o vamos a regalárselo a las multinacionales para que se lo lleven? Y así un montón de temas más, como el Poder Judicial. Cuanto más votos saque Juan, más peso va a tener en nuestra coalición una determinada agenda que tiene mucho que ver con la gente que viene planteando Cristina, que tiene mucho que ver con la agenda que la militancia, o una parte importante de la militancia, viene defendiendo todos estos años. ¿Para qué dimos una batalla tan fuerte durante estos años dentro del Frente de todo, contra una orientación que no nos gustaba del gobierno, si no vamos a dar esa pelea ahora en las PASO o no lo vamos a dar en un nuevo gobierno de nuestro espacio político? Entonces esa es para mí la función, si querés, de la candidatura de Juan.

Hoy Grabois es un instrumento para toda la gente que quiere poner un límite al corrimiento a la derecha del sistema político del cual nuestra coalición no está ajena. Es un límite de decir “estás banderas no quiero que queden relegadas”, que son banderas que son muy caras a la tradición nacional popular argentina, que tiene que ver con la soberanía, que tiene que ver cómo se negocia con el FMI, que tiene que ver con la cuestión de la distribución del ingreso o la justicia social. Queremos que esas banderas no queden relegadas. Cuanto más votos haya para Juan Grabois, menos margen va a tener eventualmente Sergio Massa para relegar del todo esas banderas. Nosotros vamos llamando a la gente a votar por esas razones y además porque las paso, ayudan a que el conjunto de la coalición saque más votos y tenga mejores condiciones de ganar a la derecha. No estamos yendo a una elección a la cual la vamos a ganar de taquito. Estamos en una elección en la cual sea Massa, o sea, Grabois, Unión por la Patria, la tiene difícil, tiene que trabajar mucho, tiene que pelear mucho y va a ser una elección que probablemente se defina voto a voto en octubre o noviembre. 

Recien estabamos escuchando a los oyentes que nos envían mensajes, y hay un porcentaje muy a favor de Grabois, con una convicción más fuerte que los que dicen que van a votar a Massa. ¿Está en condiciones el frente que dirige Grabois de gobernar la República Argentina?

Sin duda, porque ambas son parte de una coalición. Lo que va a gobernar Argentina si ganamos las elecciones es la coalición, lo que se está discutiendo es quién va a liderar la coalición. Si Grabois es presidente va a ser con Cristina, con Wado, con Máximo o con Masa. Lo bueno de las PASO es que podés elegir lo que más se acerca a tus ideas, lo que más te representa, lo que más te gusta. Después en las elecciones generales, y ni hablan en un balotaje, optas dentro de lo que hay. Todos votamos en función de las opciones que hay, las PASO justamente te permiten elegir opciones, no en función de una especulación o en función de los adversarios, sino de que es lo que más lo representa a uno. Y a mí me pone muy contento que un montón de gente vaya a votar entusiasmada, porque hace mucho tiempo en la Argentina que el campo popular no vota entusiasmada, probablemente desde el 2017 cuando se presentó Cristina. El entusiasmo de la gente, no sólo de la militancia organizada, sino de todo el sector de la población que tiene una determinada afinidad política, que se identifica con el peronismo, con el kirchnerismo o con el nombre que le quieras dar, movilizar a todo ese sector, toda esa porción de la población no es menor en la disputa, muchas veces eso se subestima porque se piensa que el que define la elección es un elector que no sabe muy bien dónde está, qué es una persona a la cual todo el mundo va a buscar y se subestima el valor de la militancia o de la gente. En 2019, la fórmula Alberto-Cristina generó muchísimo entusiasmo. Pensemos en cómo nos sentíamos en agosto del 19, cuando ganamos las elecciones con Alberto y Cristina, o en octubre, había entusiasmo. Nos vimos defraudados en buena medida por los resultados de la política de gobierno, pero en el proceso electoral hubo muchísimo entusiasmo y se subestima normalmente el valor de ese entusiasmo. Se piensa la política de manera muy fría, muy del cálculo de los consultores, de las encuestas. Entonces, por supuesto que podemos ganar. ¿Por qué puede ganar Juan? Bueno, miremos lo que está pasando en el mundo, incluso en Argentina. Hace poco tuvimos elecciones en Rosario, donde hubo una PASO entre Juan Monteverde y Roberto Sukerman. El candidato favorito era el candidato tradicional del peronismo, que era Sukerman. Monteverde era una suerte de outsider, parecido a Grabois y él terminó ganando. Y ahora Monteverde tiene una gran chance de ganar nada menos que la Intendencia, Rosario. Y ahora todo el mundo se da cuenta que es mejor candidato Monteverde para ganar Rosario que el candidato más tradicional del peronismo. ¿Por qué? Porque logra atraer a otro sector. Puedo ir a ejemplos internacionales de sorpresas electorales. ¿Quién pensaba que un pibe como Boric podía ser presidente de Chile, no? También fue a una primaria en una coalición donde era el candidato menos favorito y ganó esa primaria y después ganó la general. Hay muchísimos ejemplos. Entonces puede ser que no lo estemos viendo venir y que sea una sorpresa. Yo creo que Juan tiene hoy una cualidad, que además de lograr representar y entusiasmar a un sector de la militancia, es el único candidato o dirigente político a nuestro espacio que está interpelando a un sector de la población que está muy enojada, que está muy desilusionada, que es caldo de cultivo de fenómenos como el de Milei. ¿Quién le está hablando a esas personas sobre las cuales hoy se monta la extrema derecha? Que es gente común que está enojada, que está muy enojada con la política porque hace ocho años la viene pasando mal. Estuvo Macri, fue un desastre, después vino Alberto y nos decepcionó. ¿Quién le habla a esa gente? Yo creo que la candidatura de Massa es una candidatura más de estatus quo de la política. Y no lo digo de manera peyorativa, es un tipo que representa parte del status quo de la política argentina y Juan representa otra cosa, viene de otra trayectoria, expresa una renovación, contacta mucho mejor, con esa sociedad que está enojada, que está decepcionada, que que no le gusta ya los políticos caretas, que nunca sabes que piensan, que siempre sentís que están diciendo lo que hay que decir para quedar bien en otro lugar. Hay una cosa de autenticidad hoy que garpa. Milei es un tipo que cuando vos lo escuchas hablar, yo estoy seguro que piensa lo que dice. Me parece horrible, pero lo que él dice es lo que piensa. Yo escucho hablar a Larreta y digo “¿Piensa realmente lo que está diciendo?” 

¿En la Rural Massa les hizo una engaña pichanga a los oligarcas que lo escucharon ahí, o le dio la espalda a quienes están enfrentados a ese sector social desde hace mucho tiempo?

El problema de esa forma de hacer política es que nunca sabes cuál es el verdadero, el que va y le dice al campo lo que quiere escuchar o el que viene y le dice a la militancia lo que quiere escuchar. Nunca sabes cuál es el verdadero. Y no hago juicio de valor. Es una forma de hacer política. Juan es un tipo que te puede gustar más o menos, pero es auténtico lo que dice y lo que piensa, Cristina lo mismo. Por eso muchos pensábamos que una candidatura como la de Wado en su momento no solamente era mejor porque a nosotros nos identifica más, no es solamente por un tema de afín ideológica o política, también es porque pensamos que eran mejores candidatos, porque hoy necesitas candidaturas que contacten con la sociedad de hoy. Capaz que en otro momento a la sociedad le encanta votar al político careta más clásico. Hoy creo que no es así. Por eso es tan útil electoralmente la candidatura de Juan. A mí me gustaría que todas las personas que simpatizan con Unión por la Patria, independiente si van a votar a Grabois o a Massa, vean la utilidad que tiene la PASO que estamos haciendo. Piensen por un segundo cómo nos iría si tuviéramos una candidatura única de Massa, nos iría peor. Sacaríamos menos votos, tendríamos menos chances de ganar en octubre, porque hay muchos sectores que te dicen “La candidatura de Juan lo que hace es dividir”. No es así, primero porque todos los votos se suman dentro de una misma coalición, pero además porque es el único que está yendo a buscar a un sector al cual hoy nadie le está hablando. Mejor dicho, los único que están hablando son los a cambiado de la extrema derecha, que son Milei y Bullrich, y no podemos regalar, desde el campo nacional y popular, que todos los pibes jóvenes de clase media baja que están enojados con la política vayan a votar a Bullrich o a Milei y no nosotros ir a buscarlos cuando naturalmente nosotros deberíamos representarlos y no la extrema derecha.

Se generó esta idea de que la provincia de Buenos Aires es un bastión del campo nacional y popular con altas chances de ganar y que la Ciudad de Buenos Aires se perdió. Teniendo a Leandro Santoro como candidato a jefe de Gobierno. ¿Pensás que hay chances? 

Creo que hay chances. Por supuesto que no es fácil. Acá hay una hegemonía, el PRO. construyó una hegemonía política en la Ciudad. Buenos Aires no es solamente un triunfo electoral circunstancial y esa hegemonía tiene distintos componentes. Tiene un componente que excede a la Ciudad Buenos Aires, que es un componente antiperonista o antikirchnerista, pero también tiene otros que son propios de su forma de gobernar la ciudad. Yo creo que hay una oportunidad por dos razones. Primero, porque hay un montón de aspectos de balance de la Ciudad Buenos Aires, que son muy evidentes, de déficit, además, porque antes de alguna manera, hasta el 2015, como había un contexto de cierta bonanza a nivel nacional en la ciudad, se notaban menos algunos déficits. Creo que en estos años se notó más Larreta que con la gestión de Macri y además porque están en ellos en una crisis política. El PRO está en una crisis política, está en una interna que comparada con la nuestra de Grabois y Massa, la nuestra son carmelitas descalzas. 

A mí me pareció un lindo ejercicio cívico lo que vi en estos días dentro de Unión por la Patria. Por ejemplo, la situación de Massa dando un discurso y Grabois sentado en primera fila aplaudiendo, o cuando Massa terminó de hablar, los dos encontrándose en un pasillo y saludándose cálidamente. Cosa que uno no ve en las filas amarillas y que no sé cómo van a llegar al 15 de agosto. 

Si estuvieran haciendo este análisis hace seis meses hubiera sido la contraria, que la nuestra iba a ser una guerra, se iban a matar y que ellos no, que supuestamente son republicanos y civilizados. Es al revés. Y la interna de ellos no es solamente una interna electoral para ver quién es presidente. Acá hay una ruptura entre Larreta y Macri. Lograron generar la sensación de que Mauricio Macri ya no está en la política argentina, pero nosotros no nos podemos comer ese verso. Macri está escondido porque les resta votos, está tapado porque no le sirve en la campaña electoral, pero esta, está atrás de Bullrich y está atrás de Jorge Macri para retener la ciudad. Y entonces esa crisis la tenemos que aprovechar. Nuestro principal problema para aprovechar esa crisis hoy es que se genera una suerte de falsa alternativa dentro de su propia coalición, que es Lousteau, que es una falsa alternativa, porque ellos vienen cogobernando la Ciudad de Buenos Aires ya no desde el 2015, ellos vienen gobernando la Ciudad de Buenos Aires junto con Larreta, apoyan a Larreta presidente y en el grueso a las críticas que nosotros hacemos a la gestión del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, les cabe a ellos también. Ahora, sí tuvieron que generar esa alternativa interna o esa falsa alternativa con Lousteau es porque ellos mismos también la necesitan. Y si la necesitan es porque no tienen el triunfo asegurado. Entonces lo que necesitamos hoy en las PASO es que Santoro saque la mayor cantidad de votos posible para forzar el balotaje. Nosotros tenemos un sistema electoral en la ciudad que es distinto al del país que es que si ningún candidato supera el 50% de los votos, hay balotaje.

Por algunas encuestas que vi, es bastante posible que se llegue a ese escenario

Es bastante posible. Y por más que el PRO saque el 40 y pico porciento de los votos, fijate lo que pasó en 2015. En 2015 Larreta saca el 40 y pico porciento de los votos. Todo el mundo asumió que el balotaje con Lousteau era un trámite y casi la pierde. Bueno, nosotros tenemos que generar el mismo fenómeno, donde Santoro obviamente no va a representar solamente en ese balotaje, al cual tenemos que llegar, al voto peronista o kirchnerista la Ciudad de Buenos Aires, sino que tiene que ir a buscar un electorado mucho más amplio para tratar de ganar la ciudad. Si nosotros no disputamos seriamente la Ciudad de Buenos Aires,  le estamos regalando un bastión a la derecha argentina que a diferencia de lo que podíamos pensar o se podía pensar hace algunos años atrás, “que la derecha Gobierne a la ciudad no es un problema porque nosotros tenemos la provincia”, ya no es tan así. Primero porque la provincia finalmente en 2015 demostró que no era infalible, el peronismo la perdió, y además que, por cómo se habla hoy la dinámica de la política argentina, de la Ciudad Buenos Aires salen presidentes. De hecho, sacando a Ibarra, por su situación particular de Cromañón, todos los jefes de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires terminaron siendo presidentes, De la Rúa, Macri y Larreta veremos si le sale o no le sale, pero es un dato fuerte. Entonces, cuando se disputa la ciudad no es solamente un tema de los porteños, es un tema de decir “che, evidentemente no podemos seguir subestimando el valor político que tiene el gobierno de la Ciudad Buenos Aires en la disputa nacional”. Si nosotros pudiéramos ganar la Ciudad de Buenos Aires y hacer un gobierno mejor, no solamente sería uno muy bueno para los porteños y las porteñas, sobre todo para quienes no son beneficiario de la política del macrismo en la ciudad, sino que sería un cambio en la correlación de fuerzas a nivel nacional. No tengo duda de eso. Por eso es tan importante este distrito. 

¿Dónde ponés y dónde pretendes poner tu fuerza de trabajo, de militancia y tu energía en el Congreso de la Nación?

Yo en general trabajo temas económicos en el Congreso porque son los temas en los cuales me formé y lo que suelo discutir. Y la verdad es que si bien hemos logrado cosas en estos años, hay muchas cosas pendientes que no pudimos sacar. Algunas cuestiones son más estructurales, cuestiones que tienen que ver con deudas históricas de nuestra democracia. El otro día en una entrevista hablábamos sobre todas las leyes que en la Argentina, aunque ya pasaron 40 años de democracia, todavía están vigentes de la dictadura militar. Hay una cantidad de temas legislativos que todavía no tenemos leyes de la democracia y sobre todo esos temas quiero trabajar. Tengo proyectos presentados y que quiero seguir trabajando. Después hay otro capítulo que tiene que ver con la cuestión de la deuda. A mí me tocó ser, en estos cuatro años, miembro de la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda y lamentablemente no pudimos por falencias propias de nuestro espacio político, no solamente por trabas de la oposición, llevar adelante un proceso de investigación minucioso sobre las características del endeudamiento externo, tanto el acuerdo con el Fondo Monetario como de la deuda con el sector privado que tomó Macri y de la fuga de capitales que fue la la contracara desendeudamiento externo. Por supuesto que para poder hacer eso tenemos que ganar el gobierno, difícilmente lo pueda hacer si vuelve a gobernar el macrismo, pero ahí hay una deuda pendiente también, donde yo quiero poner toda la energía posible si me toca nuevamente ser diputado. Después hay otras iniciativas legislativas que tienen más que ver con la cuestión social. Yo presenté, por ejemplo, un proyecto que se discutió bastante en su momento, pero que no avanzo legislativamente, que lo llamamos “El Salario Básico Universal”, pero que más allá del nombre es cómo generamos un piso de protección para todos los trabajadores en Argentina que no tienen ingresos fijos porque no tienen un trabajo en blanco, no tienen un trabajo formal registrado. Son políticas de ampliación de derechos que puedan ir permitiéndonos resolver algunos problemas estructurales que tiene la Argentina en relación a su mercado de trabajo, que tiene que ver con la pregunta que me hiciste antes. ¿Cómo se explica que tengamos una economía con baja desocupación y salarios tan bajos y tanta pobreza? No es solamente un problema de distribución y crecimiento, también es un problema de que si tenemos una economía que crece, pero que no es capaz de generar trabajo formal y bien remunerado, por más que crezca la economía, va a haber una porción enorme de la población que se queda afuera. Cristina hizo mucho con la ampliación jubilatoria, con poner el Sistema de Seguridad Social en su rol de darle cobertura a un sector más amplio que solamente el trabajador formal registrado. Yo creo que tenemos que avanzar un pasito más. Esas son algunas de las iniciativas legislativas que yo ya estuve laburando en estos años y que quiero seguir trabajando en los próximos años, si me toca volver a ser diputado. 

¿Y cómo es tu relación y la relación del Frente al que perteneces dentro del palacio con el frente de izquierda? ¿En algún momento se asentará el campo nacional y popular a conversar con la con la izquierda para ver cómo se frena a la derecha? Y en segundo lugar uno ve que hay algunas coincidencias entre ambos partidos. ¿Por qué si hay algunas coincidencias después, al momento de pensar en llegar a algún tipo de acuerdo electoral se vuelve imposible?

Yo entiendo que ellos tienen obviamente una estrategia política diferente, una visión sobre el peronismo, una visión sobre la nacional popular, donde ellos se delimitan. Su estrategia política es ir en contra o buscar reemplazar esa idea de representación política. Ahora eso es legítimo, tienen todo su derecho. A mí lo que más me molesta no es eso, es que pienso que ellos podrían llevar adelante esa estrategia de construcción política, y sin embargo, en determinados momentos clave, saber diferenciar lo que representan otro espacio político y lo que representa la derecha. Yo no te pido que te sumes a nuestro espacio político, pero, si estamos votando en el Congreso los aportes a las grandes fortunas, es raro que no lo votes, que te abstengas. Pasó con muchas leyes, podés tener crítica, no coincidir con muchas cosas, pero sabes que esto lo tenés que votar para que salga cuando la derecha está bloqueando. Y lo mismo en un escenario de balotaje. Lo que nosotros debíamos lograr. No sé si es posible, es que si vos en un balotaje llamás a votar al peronismo para que no gane la derecha, no vas a perder ni tu identidad política ni vas a tener que abandonar tu estrategia de construcción política. Ellos piensan, y eso me parece que es el error, que llamar a votar a alguien en un balotaje o votar determinadas leyes con nosotros los desdibuja políticamente, etcétera Y para mí se equivocan. Para mí es al revés. De hecho, hubo mucho debate respecto a 2015, el famoso voto en blanco vos miras después los resultados electorales y en el balotaje Scioli-Macri, la cantidad de gente que votó en blanco fue mucho menor que la gente que había votado al Frente de Izquierda. Incluso fue menor que la gente que votó en blanco en el 2015 en la elección general, con lo cual ni siquiera termina siendo efectiva esa postulación política, porque todo indica que la propia gente que te vota, que los vota a ellos después no le da lo mismo. y ahora va a pasar lo mismo, creo yo. Es una pregunta más para ellos.

¿Hasta donde se hacen esfuerzos de este lado para lograr ese acercamiento? 

En el trabajo parlamentario hubo muchas conversaciones, y me consta sobre todo que Myriam es una persona que dialoga también dentro del mundo de la izquierda trotskista o de la izquierda más tradicional. Me consta que es una persona que dialoga y es una persona inteligente. Pero me parece que hay una mirada muy dogmática.Nosotros no tenemos que cometer errores nosotros, digo en un sentido amplio del campo nacional, popular, el peronismo y etc. No cometer errores de caer en posiciones que puedan ser vistas como posiciones macartistas. Eso hay que evitarlo, echarle la culpa a la izquierda de las cosas que pasan en Argentina no tiene mucho sentido, pero a veces muchos compañeros caen en eso.

Además, no tiene sentido, porque si vos le asignas un rol de poca influencia en la política, después no le podes echar la culpa a lo que pasa. Yo creo que nosotros tenemos que hacer el esfuerzo para que todos los sectores políticos que buscan representar y defender los intereses de los sectores populares, tengamos por lo menos una inteligencia común. Y eso va desde la izquierda más dura hasta los sectores ,que digamos del espectro amplio, de lo que uno puede denominar del campo popular. Tenemos que tener esa inteligencia común, lo cual no significa perder las identidades propias, lo cual no significa desdibujarse, lo cual no significa fusionarse una inteligencia común para por lo menos enfrentar a la derecha. Y además, me parece que en la tradición de la izquierda marxista o trotskistas hay ejemplos históricos donde ellos lo han hecho. En estos momentos de la Argentina sería bueno que recuerdan esos esos momentos donde se sabía diferenciar una suerte de contradicción principal y secundaria, las contradicciones que tenés con Macri o con el macrismo no son las mismas que la que puedas tener con el peronismo. Es una cuestión obvia, pero que a veces no todo el mundo la asume de esa manera. 

¿Algún último comentario que le quieras hacer a los electores que dentro de 18 días nada más va a ir a las urnas?

Me gustaría reforzar el mensaje que decía antes de cuál es el sentido de las PASO de Unión por la Patria. Nosotros vamos a ir una paso en Unión por la Patria, una de dos candidatos, y tenemos que lograr que la coalición haga la mejor elección posible. Nosotros venimos de cuatro años muy difíciles para el campo nacional y popular, donde muchos compañeros y compañeras sentimos que nuestro gobierno no estuvo a la altura, que no cumplimos con el mandato electoral, que no se la escuchó a Cristina lo suficiente, que no hicimos lo suficiente todos por acompañar a Cristina, por defenderla. Y no queremos abonar a un proceso de claudicación que nos lleve a una nueva decepción.

Ahora no estamos en el momento de discutir las candidaturas, ya están definidas, son esas dos. Lo que necesitamos es mostrar en las PASO que somos muchos los que no queremos que nuestra coalición abandone las banderas que tienen que ver con la soberanía nacional, con enfrentarse duramente el Fondo Internacional, con la agenda de la distribución del ingreso y la justicia social, que somos muchos y muchas quienes no queremos que se abandone la agenda de la búsqueda de la democratización de la justicia, de discutir y denunciar la mafia de Comodoro Py, que somos muchos y muchas las compañeras que vamos a defender a Cristina frente a la persecución que viene sufriendo y que va a seguir sufriendo y que no la vamos a dejar sola, y me parece que el instrumento para expresar eso es votar a Juan Grabois en las PASO y después seguir construyendo para evitar que gane la derecha y para forzar a nuestra coalición a un gobierno verdaderamente popular.

Fuente: Caput  

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