La población amazónica brasileña ya enfrenta los efectos del cambio climático. Entre las comunidades tradicionales, el 42% afirma sufrir las consecuencias de manera directa. El informe fue elaborado por la Agencia de Brasil (EBC) a partir de una encuesta publicada esta semana por el Observatorio de Salud Pública.
Uno de cada tres habitantes de la Amazonía Legal en Brasil ya siente directamente los efectos del cambio climático. Así lo revela la encuesta “Más Datos, Más Salud – Clima y Salud en la Amazonía Legal”, difundida por el Observatorio de Salud Pública y reproducida por la Agencia de Brasil (EBC).
El dato más preocupante se encuentra entre quienes forman parte de comunidades tradicionales —indígenas, quilombolas, ribereños y recolectores de caucho—: el 42,2% de ellos afirma haber experimentado consecuencias ambientales y sociales relacionadas con el cambio climático.
“Este modelo de desarrollo termina siendo excluyente y depredador, reforzando la pobreza y las desigualdades”, advirtió Luciana Vasconcelos Sardinha, responsable técnica del estudio e integrante de Vital Strategies.
Impactos diarios: calor, desastres e inflación
Las personas encuestadas señalaron una amplia variedad de impactos que ya afectan su calidad de vida:
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aumento del precio de la electricidad (83,4%)
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incremento de la temperatura promedio (82,4%)
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mayor contaminación del aire (75%)
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más desastres ambientales (74,4%)
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suba del precio de los alimentos (73%)
Estos efectos, sostenidos en el tiempo, agravan las condiciones de salud y elevan la vulnerabilidad de las comunidades amazónicas. Las olas de calor, sequías prolongadas y humo por incendios también fueron percibidos en los últimos dos años por más del 60% de los entrevistados.
Un modelo de desarrollo que margina
En los nueve estados que componen la Amazonía Legal (Acre, Amapá, Amazonas, Maranhão, Mato Grosso, Pará, Rondônia, Roraima y Tocantins), el avance de hidroeléctricas, agronegocios y la deforestación siguen siendo parte de un modelo económico extractivista que impacta de forma desproporcionada en los sectores más empobrecidos.
Según Sardinha, este patrón no sólo vulnera derechos, sino que desarticula redes locales de sostenibilidad. “La mitigación del cambio climático debe reflejarse en políticas públicas enfocadas en reducir las desigualdades regionales”, sostuvo.
Saberes ancestrales frente a la crisis climática
A pesar de ser los más perjudicados, los pueblos tradicionales han desarrollado respuestas comunitarias efectivas:
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más del 70% separa residuos para reciclaje
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más del 53% afirma haber cambiado hábitos para no agravar el problema
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y el 38,4% siente culpa por desperdiciar energía
Para Sardinha, estos comportamientos muestran el potencial transformador de las comunidades: “Su capacidad de organización, sus redes de cooperación y sus saberes tradicionales son claves para enfrentar esta crisis ambiental y social”.
El desafío político: integración, sostenibilidad y equidad
El informe advierte que sin una planificación integrada y participación democrática, será difícil revertir los efectos del cambio climático. Urge, entonces, una gobernanza climática federal, que contemple la diversidad cultural y natural de la Amazonía, al tiempo que garantice justicia ambiental y equidad territorial.