Un inusual pacto entre el Tesoro de EE.UU. y Argentina incluye compra de pesos y un swap de monedas para futuras intervenciones. El analista Sebastián Maril advierte que puede ser una medida de estabilización cambiaria, pero trasluce intereses estratégicos y riesgos internos para Washington.
En el programa Somos Radio AM 530, el analista financiero Sebastián Maril ofreció una interpretación detallada del reciente acuerdo financiero EE.UU. Argentina.
Según Maril, el pacto consta de al menos dos medidas novedosas que podrían incidir directamente sobre el valor del peso argentino y las dinámicas cambiarias del país.
Una compra insólita de pesos
Maril explicó que el Tesoro de Estados Unidos aceptará en adelante comprar pesos argentinos a cambio de dólares estadounidenses.
Este tipo de intervención es inusual, puesto que EE. UU. raramente adquiere monedas consideradas frágiles o volátiles.
El objetivo declarado sería reforzar el peso como herramienta de respaldo frente a corridas cambiarias.
Así, el Tesoro estadounidense podría actuar como un actor estabilizador, inyectando dólares cuando el peso sufra presiones, y conteniendo caídas abruptas.
Swap de monedas para operaciones futuras
Además, el acuerdo contempla un swap de monedas, es decir, facilidades para que futuras operaciones puedan intercambiar pesos por dólares o viceversa según condiciones pactadas.
Esta opción le daría al Tesoro estadounidense una herramienta permanente para intervenir ante tensiones cambiarias.
Maril advirtió que ese mecanismo podría funcionar como un seguro anticrisis para Argentina, pero también poner a EE. UU. en una posición de compromiso activo en la economía local.
Potencial estabilización del peso… y una sombra geopolítica
Desde el punto de vista técnico, la operación podría dar al peso cierto margen de recuperación, pues permitiría contrarrestar corridas especulativas.
Sin embargo, Maril advirtió que detrás de esa ayuda financiera habría una jugada geopolítica: impulsar gobiernos afines en la región, fortalecer la influencia estadounidense librando capitales ante crisis financieras.
En su análisis, este tipo de intervención externa se asemeja más a una señal política que a un gesto puramente técnico.
Riesgos internos en EE. UU. y el debate de la dolarización
Otro aspecto clave que resaltó Maril tiene que ver con las implicancias internas en Estados Unidos.
El uso de fondos del Tesoro estadounidense para respaldar monedas de otro país puede generar resistencias políticas, al cuestionarse la asignación de recursos del contribuyente norteamericano.
Además, algunos analistas comienzan a especular si este acuerdo podría interpretarse como un primer paso hacia una posible dolarización parcial del sistema argentino, si bien Maril aclara que por ahora no hay nada formal en ese sentido.
El mayor riesgo es que esta operación se vuelva condicionada a políticas locales, y que el país pierda margen de maniobra frente a presiones externas.