Un sector estratégico en venta
La energía nuclear ya no es la del futuro: es la del presente. Hasta diciembre de 2023, Argentina lideraba el desarrollo regional con proyectos como el reactor CAREM y el RA-10, además del trabajo sostenido de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), operadora de las tres centrales nucleares del país: Atucha I y II, en Lima (Buenos Aires), y Embalse, en Córdoba.
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente. El Gobierno nacional, mediante publicación en el Boletín Oficial, confirmó la privatización parcial de Nucleoeléctrica, ofreciendo el 44 % del paquete accionario. La medida, habilitada por la Ley Bases, delega en la Secretaría de Energía la valuación de bienes tangibles e intangibles.
Según especialistas, la decisión implica una pérdida de soberanía tecnológica y busca sintonizar con exigencias externas, principalmente de Estados Unidos, que promueve el desmantelamiento de sectores estratégicos en la región.
Críticas políticas y advertencias sobre el impacto
Desde sectores opositores y científicos, la medida fue calificada como “una entrega sin precedentes”. Legisladores impulsan en el Congreso proyectos para frenar la privatización, como la Ley de Emergencia y Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, aprobada en Diputados el 8 de octubre pero aún sin tratamiento en el Senado.
La diputada Florencia Carignano expresó su repudio con contundencia en redes sociales:
“Bueno, finalmente empieza el remate de nuestras Centrales Nucleares. Muy triste la entrega de soberanía y de recursos estratégicos. Las tres centrales serán entregadas como parte de pago de la deuda que jamás vamos a poder pagar los argentinos y así iremos perdiendo parte de nuestro país. La historia los condenará por hijos de puta, vende patria, corruptos y saqueadores. No estoy segura que la justicia haga lo mismo. Acá la resolución firmada por el gran saqueador Toto Caputo.”
Bueno, finalmente empieza el remate de nuestras Centrales Nucleares. Muy triste la entrega de soberanía y de recursos estratégicos.
Las 3 centrales serán entregadas como parte de pago de la deuda que jamás vamos a poder pagar los argentinos y así iremos perdiendo parte de…
— Florencia Carignano (@florcarignanook) November 6, 2025
Una joya científica en peligro
La venta parcial de NA-SA se interpreta como un nuevo paso en el desguace del sistema científico y tecnológico nacional. Con esta operación, el país podría perder el control de un activo clave que garantiza autonomía energética y desarrollo tecnológico soberano.
Mientras tanto, casi la mitad de Nucleoeléctrica ya tiene, simbólicamente, el cartel de “remate” colgado en su puerta.
