A tres décadas de las explosiones de Río Tercero, la ciudad aún carga con el trauma y la lucha por justicia. El abogado Mario Ponce recordó los encubrimientos del caso y las secuelas invisibles que persisten en las víctimas.
En el programa radial “Que Vuelvan las Ideas”, el abogado Mario Ponce, representante legal de las víctimas de las explosiones de Río Tercero, reflexionó sobre el impacto social y psicológico que aún persiste a 30 años de la tragedia ocurrida en 1995.
El hecho, que marcó un antes y un después en la historia de Córdoba, fue producto de una serie de detonaciones intencionales en la Fábrica Militar de Río Tercero, destinadas —según la justicia— a ocultar el contrabando de armas a Croacia y Ecuador durante el gobierno de Carlos Menem.
Dos explosiones y un mismo dolor
Ponce recordó que la primera explosión destruyó parte de la ciudad, pero fue la segunda la que dejó una huella emocional más profunda. “La población sintió que el Estado los había abandonado. Esa segunda explosión no fue solo material: fue un golpe psicológico devastador”, explicó.
El abogado señaló que muchas de las víctimas aún padecen traumas, pérdidas económicas y daños morales que nunca fueron totalmente reparados. “Durante años se negó la responsabilidad estatal. No hubo acompañamiento real ni contención suficiente”, lamentó.
Justicia demorada y heridas abiertas
Si bien parte del entramado judicial avanzó, Ponce recordó que Carlos Menem murió antes de ser juzgado, dejando una sensación de impunidad en la comunidad. “No hay reparación completa sin verdad judicial. Las víctimas siguen esperando que se reconozca el daño psicológico y moral”, afirmó.
El abogado destacó que el aniversario número treinta llega en un contexto donde la memoria colectiva se vuelve un acto de resistencia. Por eso, recomendó volver sobre materiales como el documental “Esquirlas”, de la cineasta cordobesa Natalia Garayalde, y los artículos periodísticos que recuperan las voces de quienes sobrevivieron.
“La historia de Río Tercero es la historia de un país que debe aprender a mirar su pasado con justicia y empatía”, concluyó Ponce en la entrevista.
