Deportes

Murió Beckenbauer, la leyenda alemana del fútbol mundial

Campeón mundial como jugador y director técnico, su nombre está vinculado con las máximas estrellas del fútbol de todos los tiempos. «Falleció pacíficamente mientras dormía», informó su familia a través de un comunicado.

La leyenda alemana Franz Beckenbauer, campeón mundial de fútbol como jugador y director técnico con el seleccionado de su país, falleció a los 78 años, informó este lunes su familia en un comunicado.

“Con profunda tristeza anunciamos que mi esposo y nuestro padre, Franz Beckenbauer, falleció pacíficamente mientras dormía ayer domingo, rodeado de su familia. Les pedimos que puedan llorar en silencio y abstenerse de hacer preguntas”, fue el mensaje emitido por la familia.

El «Kaiser» atravesaba un deterioro de salud «significativo», según reflejaron los medios periodísticos de su país en el último tiempo. Su partida se produce 48 horas después de la muerte de otra gloria del fútbol planetario: el brasileño Mario Zagallo, único tetracampeón mundial en la historia.

En el panteón de los grandes del fútbol, Beckenbauer emerge como una de las figuras más trascedentes del Siglo XX, con un legado que abarca décadas de contribuciones tanto como futbolista de élite como estratega magistral.

Una foto con mucho ftbol Beckenbauer y Diego como lo resalt la Liga Profesional de Ftbol LigaAFA

Una foto con mucho fútbol, Beckenbauer y Diego, como lo resaltó la Liga Profesional de Fútbol. (@LigaAFA)

Nacido el 11 de septiembre de 1945 en Múnich, Beckenbauer forjó su destino en el deporte rey desde temprana edad. Su ascenso comenzó en el Bayern Múnich, donde, a mediados de la década de 1960, se consolidó como uno de los defensores más destacados de su generación.

Por visión táctica, elegancia en el juego y capacidad para liderar desde la línea de fondo, Beckenbauer se ganó el mote de «Kaiser» (Emperador), una referencia que años después adquirió Daniel Passarella en el fútbol argentino. En su tiempo con el Bayern, conquistó tres títulos de la Bundesliga y tres Copas de Europa consecutivas (1974, 1975 y 1976), lo que marcó una huella imborrable en la historia del gigante del fútbol alemán.

Pero el momento de máxima gloria en su carrera de jugador le llegó en la Copa del Mundo de la FIFA 1974, siendo capitán de la selección alemana. En su propio país, Beckenbauer lideró al Die Mannschaft hacia la victoria, segunda de la historia tras la conseguida en Suiza ’54.

En la final disputada en el Estadio Olímpico de Múnich, Alemania le ganó a la «Naranja Mecánica» de Johan Cruyff y coronó un título en el que Beckenbauer tuvo una destacada influencia en la cancha, tanto en su función como defensor sólido como líder indiscutible de un equipo que también incluía a figuras de la talla de Gerd Müller.

La versatilidad de Beckenbauer le permitió jugar en diferentes puestos de la cancha, hasta despeñarse como clásico número 10. En 1977, después de una larga trayectoria en el Bayern, dio el salto al fútbol estadounidense para unirse a los New York Cosmos de la North American Soccer League (NASL).

Su llegada no solo marcó un hito para el fútbol en Estados Unidos, sino que también consolidó su estatus como embajador global del deporte.

A lo largo de su carrera, acumuló premios individuales que subrayan su excelencia en el deporte, incluyendo el Balón de Oro (1972 y 1976) y cuatro veces el título de Mejor Futbolista Alemán del Año (1966, 1968, 1974 y 1976).

En el ’66 fue también elegido el mejor futbolista del Mundial de Inglaterra e integró el XI ideal como también en México ’70 y Alemania ’74.

Tras su retiro como jugador en Estados Unidos, luego de un paso por Hamburgo, Beckenbauer desarrolló una exitosa carrera como entrenador, siempre apoyado en su cualidad innata de líder. Comenzó sin experiencia en el seleccionado nacional y lo llevó hasta la final del Mundial México ’86, que perdió ante la Argentina de Diego Maradona y Carlos Bilardo.

Ese mérito lo mantuvo en el cargo hasta la siguiente cita en Italia ’90, en la que se cobró revancha ante Argentina, aportando la tercera estrella mundial para el fútbol germano.

Culminada su vida como futbolista y DT Beckenbauer se dedic a la dirigencia Foto AFP

Culminada su vida como futbolista y DT, Beckenbauer se dedicó a la dirigencia. (Foto AFP)

Dirigió también al Olympique de Marsella y naturalmente al Bayern Múnich, con el que ganó la Bundesliga 1994 y la Copa de la UEFA dos años más tarde. Su capacidad para gestionar equipos y adaptarse a las circunstancias tácticas le granjeó reconocimiento en la élite del fútbol europeo.

Además de sus éxitos en el banco de suplentes, Beckenbauer desempeñó un papel destacado en la organización de eventos futbolísticos de renombre. Fue nombrado presidente honorario del Bayern y titular del Comité Organizador de la Copa Mundial de la FIFA 2006 en Alemania.

En el día de su partida, la comunidad futbolística rinde homenaje a un gigante del fútbol mundial, que dejó una huella imborrable en la historia del fútbol mundial y cuyo legado perdurará como inspiración de generaciones futuras.

Un partido como jugador y dos como técnico cruzaron al «Kaiser» con Argentina en mundiales

Franz Beckenbauer, el ídolo del fútbol alemán cuyo fallecimiento se conoció este lunes, a lo largo de su impactante carrera deportiva, se cruzó tres veces por la Copa del Mundo con la Selección Argentina, una como jugador y dos como entrenador, y además disputó  algunos partidos amistosos.

Como entrenador, fueron tres partidos: el primero marcó la consagración de Argentina y de Diego Maradona en el Mundial México 1986; el segundo fue un amistoso jugado el 16 de diciembre de 1987 en la cancha de Vélez, con triunfo del equipo de Carlos Bilardo por 1-0 con gol de Jorge Burruchaga (como en la final del estadio Azteca); y el tercero marcó la gloria como DT para el «Káiser» cuando se tomó revancha y Alemania se coronó tras el triunfo por 1-0 con el gol de penal Andreas Brehme, en 1990.

En el Mundial Inglaterra 1966, a sus 20 años, el «Kaiser» sorprendió al mundo como conductor -con el número 10 en la camiseta- del seleccionado alemán que perdió una polémica final contra el conjunto anfitrión.

En el camino a esa final, en la segunda fecha de la fase de grupos, fue el primero de esos cruces: fue 0-0 ante un buen equipo «albiceleste» que formó con Roma, Perfumo y Marzolini. Ferreiro, Rattín y Albrecht; Solari, Alberto González, Artime, Ermindo Onega y Más. En un partido durísimo, fue expulsado el tucumano Rafael Albrecht, mientras que Beckenbauer fue amonestado.

Con Argentina ausente en el Mundial México 1970, el 30 de diciembre de ese año un nuevo cruce tuvo lugar en la Bombonera, cuando el Bayern Munich -el único equipo alemán en el que jugó- enfrentó al combinado local.

Fue 4-3 para la «albiceleste» que dirigía Juan José Pizzuti, con goles de Héctor «Chirola» Yazalde (2), Juan Ramón «La Bruja» Verón y Roberto «Chango» Gramajo. Para el Bayern Munich convirtieron Roth y dos veces «el bombardero» Gerd Müller.

El siguiente cruce fue un amistoso previo al Mundial Alemania 1974, un partido jugado el 14 de febrero de 1973 en el estadio Olímpico de Berlín con triunfo argentino por 3 a 2.

Dirigido por Enrique Omar Sívori, el seleccionado argentino se preparaba para clasificarse al Mundial ’74 y en el crudo invierno europeo sorprendió a los germanos ya que a los 15 minutos del primer tiempo ganaba por 2-0 con goles de dos jugadores de River, Jorge «Vitrola» Ghiso y un recordado gol de tiro libre de Norberto Alonso.

En la segunda etapa aumentó Miguel Brindisi de penal y descontaron los alemanes en los minutos finales para el 3-2 definitivo. Como perla del partido quedaron las disculpas que Beckenbauer presentó en el vestuario argentino porque durante el partido tuvo algunas entradas con pierna fuerte ante el «baile» que el equipo del «Cabezón» Sívori le estaba dando a los alemanes.

El último cruce contra un representativo argentino como jugador el «Káiser» lo protagonizó el 3 de noviembre de 1978 con la camiseta del Cosmos de Nueva York, contra el Seleccionado juvenil que dirigía César Luis Menotti de cara al Sudamericano de Montevideo que se jugaría en enero de 1979, y el Mundial de Japón que ganaría la «albiceleste» en septiembre de ese año al vencer por 3-1 a la Unión Soviética.

En la cancha de San Martín de Tucumán, con un gol de Diego Maradona y otro de Barrera, los dirigidos por Menotti derrotaron por 2-1 al Cosmos, que descontó con un gol del italiano Giorgio Chinaglia.

Fuente: Télam

Noticias relacionadas

12 países instan a la FIFA a excluir a Israel del fútbol mundial por la guerra en Gaza

Editora
Cargando .....