El ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Juan Martín Mena, realizó fuertes declaraciones sobre la causa Vialidad, en la que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue condenada por irregularidades en la adjudicación de obra pública en Santa Cruz. Según Mena, el proceso judicial estuvo marcado por la manipulación política y la falta de pruebas sólidas.
«En el sistema judicial, una causa se investiga cuando hay un determinado grado de sospecha, se eleva a juicio y esa sentencia se revisa. El último revisor es la Corte Suprema, que revisa causas cuando hay cuestiones vinculadas a la arbitrariedad y cuestiones federales», explicó Mena, contextualizando el proceso judicial.
El ministro fue enfático al señalar que la causa contra Cristina Fernández de Kirchner «nació y se movió desde 2016 al compás del devenir político electoral y económico de nuestro país». Según Mena, el avance de la causa coincidió con momentos críticos para el gobierno de Mauricio Macri, lo que sugiere una motivación política detrás de las acusaciones.
«No es casual que siempre se quiere generar un efecto distractor con los problemas judiciales de Cristina. En términos judiciales está resuelta. De las famosas tres toneladas de pruebas no juntaron diez gramos en el juicio oral y público», afirmó Mena, cuestionando la solidez de las pruebas presentadas en el juicio.
El ministro también desestimó las acusaciones de administración fraudulenta contra la vicepresidenta, argumentando que «Cristina no podía decidir las licitaciones porque eso lo definían en la provincia de Santa Cruz. Es delirante».
«Lo más grave de la persecución política es que nos quitó a todos el derecho a saber la verdad», concluyó Mena, resaltando la importancia de que la política se defina en las urnas y no en los tribunales.
