Esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) por primera vez desde el año 2005 ha renovado las Directrices mundiales sobre la calidad del aire y ha presentado pruebas del daño que la contaminación atmosférica provoca en la salud humana.
Según la organización, el aire contaminado causa 7 millones de muertes prematuras y genera la pérdida de «otros tantos millones de años de vida saludable».
La OMS propone reducir el nivel permisible de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2). «Insto a todos los países […] a implementar estas recomendaciones para aliviar el sufrimiento y salvar vidas», señaló el director general de la organización internacional, Tedros Adhanom Ghebreyesus.