En un tono crudo, el presidente de EE.UU., Donald Trump, habló de la crisis económica en Argentina. Dijo que el país «está muriendo» y que su población «se está muriendo de hambre», mientras analiza reabrir el mercado estadounidense a la carne argentina.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este lunes una dura afirmación sobre la crisis en Argentina: “Los argentinos se están muriendo de hambre”. Sus palabras se dieron en el contexto de una evaluación sobre la posibilidad de reabrir el mercado estadounidense a la carne vacuna argentina, cerrado por años debido a trabas sanitarias y comerciales.
“Argentina está luchando por su vida. ¿Entienden lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada, están luchando muy duro para sobrevivir”, sostuvo el mandatario durante una conferencia. Y agregó: “Puedo ayudarlos a sobrevivir en un mundo libre… me agrada el presidente de Argentina. Creo que está tratando de hacer lo mejor que puede, pero están muriendo”.
El impacto de sus declaraciones fue inmediato. Si bien podría representar una ayuda económica concreta —como señaló el medio Tiempo Argentino, citando que una reapertura comercial tendría un impacto “fenomenal” para el sector ganadero—, el tono de Trump generó controversias por su descripción descarnada de la crisis argentina.
Respuestas políticas en Argentina y un país en tensión
Desde el oficialismo argentino, el gobernador bonaerense Axel Kicillof fue uno de los primeros en responder. “Hoy Trump dice lo contrario a Milei: ‘Argentina está muriendo’”, expresó. “Hace un mes Milei dijo en cadena nacional que ‘lo peor ya pasó’, repitiendo lo mismo que Macri en 2018. Pero el pueblo no come relatos”.
Kicillof también denunció la política económica actual: “El gobierno de Milei endeudó como nunca a las familias, cierran 30 empresas por día y no hay prácticamente ninguna actividad económica que funcione”.
A su vez, criticó duramente el rumbo del Ejecutivo nacional: “¿Qué propone Milei? Seguir endeudando y entregando al país para sostener el negocio financiero de sus patrones. Este domingo hay que ponerle un freno votando a Fuerza Patria”.
En paralelo, Trump hizo referencia al historial de asistencia estadounidense hacia Argentina: “Rescatamos a Argentina por 40.000 millones de dólares. Ellos le venden soja a China, nuestros agricultores no obtienen nada y van a la quiebra”.
Las declaraciones del presidente estadounidense no sólo tienen implicancias económicas, sino también políticas y simbólicas. La relación entre ambos gobiernos se ve atravesada por afinidades ideológicas, pero también por tensiones estratégicas y comerciales. En el centro, una población que, según el INDEC, tiene a más del 40% de sus ciudadanos bajo la línea de pobreza.