El ministro de Economía confirmó lo que había denunciado el gremio La Bancaria: que parte de las reservas de oro del BCRA volaron al extranjero. Caputo argumentó que es «una movida muy positiva» porque «el país necesita maximizar los retornos de sus activos». La hipótesis que más pesa es que el metal podría constituirse como garantía de un préstamo internacional.
El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que envió al exterior oro de las reservas del Banco Central. Aunque no precisó la cantidad que se envió, aseguró que el objetivo de enviarlo a otras plazas es invertirlo para aprovechar el activo y hacer crecer las reservas internacionales.
“Tener oro en el Central es como tener un inmueble adentro, no lo podés usar para nada. En cambio, si tenés ese oro afuera le podés sacar un retorno, y la realidad es que el país necesita maximizar los retornos de sus activos”, justificó Caputo en una entrevista con LN+.
Lo que el ministro sugirió es que la salida de las reservas en oro del país se trata de una maniobra para especular rendimientos. Se lo deposita en una entidad del exterior que lo pueda utilizar como garantía y a cambio el Estado argentino obtiene parte de las ganancias. Es decir, timba financiera.
La situación salió al descubierto a partir de una denuncia del gremio bancario. Esta semana, el titular de La Bancaria y Diputado Nacional, Sergio Palazzo, realizó un «pedido de información pública, clara, precisa, completa y detallada, efectuado al presidente del BCRA de acuerdo al derecho que me confiere la Ley de Acceso a la Información Pública 27.275 y su decreto reglamentario N° 206/2017», según informó en su cuenta de X.
El gremio pide saber «qué cantidad, por qué monto y en qué moneda se ha realizado, bajo qué características comerciales o de otra índole, a qué destino». La sospecha es que los días 7 y 28 de junio salieron camiones de caudales de la empresa Lumil trasladando el oro de la bóveda del BCRA al aeropuerto internacional Ezeiza. Allí, la aerolínea británica British Airways los habría llevado al Banco Central de Inglaterra.
Según lo que trascendió de parte del Gobierno, la intención en primer lugar en obtener rendimientos por el oro depositado en el exterior, aunque también el metal podría constituirse como garantía de un préstamo internacional, dada la imposibilidad que tiene el Estado nacional de obtener créditos de gran escala por otra vía.