El sueño del séptimo título mundial Sub-20 deberá esperar. En una final marcada por la fricción, la imprecisión y la contundencia del rival, la Selección Argentina cayó 2-0 ante Marruecos este domingo en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, y se despidió del torneo con la frente en alto pero con la desilusión de no haber podido coronar un gran campeonato.
El partido comenzó cuesta arriba desde temprano. En medio de un clima tenso y con un estadio que no logró colmarse a pesar de tratarse de una final mundialista, el juego se volvió trabado desde el inicio. Apenas comenzado el encuentro, un largo pelotazo marroquí encontró mal parada a la defensa argentina y generó la jugada que derivaría en el primer gol. El arquero Santino Barbi derribó a Yassir Zabiri al borde del área, y tras la revisión del VAR, el árbitro italiano Maurizio Mariani sancionó tiro libre. Zabiri lo ejecutó con clase y colocó el 1-0 parcial.
Era la primera vez en el certamen que Argentina comenzaba perdiendo, y se notó. El conjunto africano, ordenado y veloz, supo cómo administrar la ventaja: replegándose y apostando a la contra. Y fue justamente en otra transición rápida donde llegó el segundo golpe. A partir de una pérdida en mitad de cancha, Marruecos armó una jugada letal por derecha que nuevamente terminó con Zabiri como protagonista, sellando el 2-0 antes de la media hora de juego.
Con el marcador en contra y la presión de la final, el equipo de Diego Placente buscó reaccionar. Ingresaron Silvetti y otros cambios ofensivos que intentaron darle aire fresco al ataque. Delgado, el talentoso mediocampista de Boca, comenzó a tomar más protagonismo, y hubo chances claras para descontar, pero faltó precisión y, sobre todo, tranquilidad.
En el segundo tiempo, Argentina salió decidido a revertir la historia. Dominó más el balón, arrinconó por momentos a Marruecos y mostró la intensidad que lo había llevado a la final. Sin embargo, el reloj fue su peor enemigo. Los africanos resistieron con inteligencia y defendieron su ventaja con uñas y dientes.
Pese a la derrota, hubo lugar para el reconocimiento. Santino Barbi fue elegido por la FIFA como el mejor arquero del torneo, mientras que Milton Delgado fue distinguido como el tercer mejor jugador del Mundial.
Diego Placente: «Hay que apoyarlos, están tristes»
El entrenador argentino, visiblemente golpeado tras la derrota, valoró el esfuerzo de sus dirigidos: «Se nos complicó al principio, por ahí los nervios de la final. Y un error nos costó el gol. Ellos son un equipo que en ventaja se ordena muy bien atrás y contragolpea con mucha agilidad. Cuando logramos meternos en partido, ya íbamos 2-0. Estoy orgulloso de lo que hicieron, hay que felicitarlos», expresó Placente.
El mensaje de Messi: «Cabeza en alto, muchachos»
Desde sus redes sociales, Lionel Messi también quiso acompañar a los juveniles con un mensaje emotivo: «¡¡Cabeza en alto, muchachos!! Hicieron un torneo impresionante y, aunque todos queríamos verlos levantar la Copa, nos quedamos con la alegría de todo lo que nos dieron y el orgullo de ver cómo defendieron la celeste y blanca con el corazón», escribió el capitán de la Selección Mayor.