Tras más de diez horas de intensas deliberaciones, el Gabinete de Seguridad de Israel aprobó este jueves una propuesta presentada por el primer ministro Benjamín Netanyahu para iniciar la ocupación de la ciudad de Gaza, marcando un punto de inflexión en el conflicto con el movimiento palestino Hamás.
Según confirmó la Oficina del Primer Ministro, citada por The Times of Israel, la medida representa la primera fase de una operación militar más amplia que podría culminar con la ocupación total de la Franja de Gaza, una región que alberga a más de 2 millones de personas y que ha estado bajo constantes ataques desde el inicio de la guerra en octubre de 2023.
“Pretendemos controlar toda Gaza. No queremos conservar Gaza. Queremos un perímetro de seguridad”, declaró Netanyahu, delineando los objetivos de una campaña que se espera dure varios meses e implique el desplazamiento forzado de al menos un millón de civiles palestinos.
Acumulación militar y riesgo de invasión terrestre
Imágenes satelitales difundidas por NBC News muestran una creciente acumulación de tropas y equipamiento militar israelí en las inmediaciones de la frontera con Gaza, lo que refuerza las sospechas de una inminente ofensiva terrestre de gran escala sobre el 25 % del enclave que aún no está bajo control israelí.
Desde el inicio de la guerra, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han evitado tomar ciertas zonas estratégicas de la ciudad de Gaza, pero esta nueva aprobación marca un cambio en la estrategia militar, con posibles consecuencias humanitarias y geopolíticas de gran magnitud.
Divisiones internas en el Gobierno y advertencias militares
La decisión no fue unánime dentro del aparato de seguridad israelí. El jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, expresó su preocupación por los riesgos que implica esta ofensiva, especialmente en relación con los rehenes israelíes que aún se cree están retenidos dentro de Gaza.
En una reunión reciente, Zamir advirtió a Netanyahu que estaba “cayendo en una trampa” y alertó sobre la posibilidad de que la operación conduzca a un gobierno militar israelí permanente en el enclave, con toda la carga política, económica y humanitaria que esto implicaría.
Escenario incierto y creciente presión internacional
La aprobación de esta ofensiva ocurre en un contexto de creciente presión internacional por el alto número de víctimas civiles y la grave crisis humanitaria en Gaza. Organizaciones de derechos humanos y líderes internacionales han advertido sobre el impacto devastador que una ocupación total podría tener en la ya frágil situación del enclave palestino.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de los acontecimientos, en un conflicto que ya ha dejado miles de muertos y que amenaza con desestabilizar aún más una región históricamente marcada por la violencia.
