El objetivo del INTI es poder contar, una vez que concluya la validación del proyecto, con 30 kits del prototipo, los cuales se distribuirán en lugares estratégicos sin fines comerciales. Con cada uno de ellos, se espera poder testear entre 500 y 1000 personas.
El INTI elaboró un kit de detección temprana de COVID-19 denominado Olfatest, que se suma a las herramientas para el monitoreo preventivo, como la medición de temperatura y concentración de oxígeno en sangre, para reforzar los cuidados y controlar los contagios.
El ingeniero Fernando Pino, jefe del Departamento de Vida Útil y Análisis Sensorial, explicó a Prensa INTI que “la evaluación del olfato es algo que existe en el mundo, se lleva adelante con distintos fines dentro del ámbito médico. Meses atrás, entendimos la importancia de generar una propuesta nacional, y para eso combinamos un poco de la metodología utilizada en medicina con el trabajo que hacemos con alimentos en nuestro laboratorio”.
Se utilizará para reforzar los cuidados y controlar los contagios en empresas, instituciones, centros de salud, comercios y lugares que presten servicios.
El objetivo del INTI es poder contar, una vez que concluya la validación del proyecto, con 30 kits del prototipo, los cuales se distribuirán en lugares estratégicos sin fines comerciales. Con cada uno de ellos, se espera poder testear entre 500 y 1000 personas.
Para realizar este examen, se requiere una distancia segura entre la persona evaluada y quien conduce la prueba; en el medio de ambas, se coloca la tira en un soporte y luego se vierte en ella una gota de esencia, para que se pueda oler. A cada persona, se le presentan una serie de fragancias y debe responder de acuerdo a su percepción cuál se corresponde con lo que olió. Asimismo, con anterioridad se realiza un cuestionario sobre antecedentes y síntomas.
Las pruebas para la validación del kit en pacientes con COVID-19, autorizadas por el comité de Ética del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, se realizaron durante el mes de julio en la Universidad Nacional de Quilmes, que funciona como centro de internación. Se espera en futuro poder comercializar este método de monitoreo.
El equipo de profesionales contó con el asesoramiento médico de la otorrinolaringóloga especialista en olfato Patricia Portillo Mazal, quien además trabaja en el Hospital Italiano (CABA) mientras que la empresa multinacional Firmenich, del rubro sabores y fragancias, aportó las esencias que se están utilizando que se encuentran autorizadas por el Código Alimentario Argentino (CAA).
Fuente: InfoGEI